Importante ventaja azulgrana

'Moc, moc', gol a la Liga

Piqué dicta la sentencia virtual al título con su segundo tanto en la temporada En el último minuto, Valdés y Busquets vieron la tarjeta que garantiza su presencia en el clásico

I3Impacto 8 Piqué remata de volea tras controlar el balón en la jugada del gol de la victoria azulgrana.

I3Impacto 8 Piqué remata de volea tras controlar el balón en la jugada del gol de la victoria azulgrana.

MARCOS LÓPEZ
VILA-REAL

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Sonó la bocina en Vila-Real, a eso de las 11.30 de la noche. Se escuchó en medio mundo antes de que se viera escrito en el Twitter, la plataforma donde se lee casi cada día.«Moc, moc».No era un aviso a Cesc. Ni a Puyol, dos de sus grandes amigos. Ni el de la camisa de cuadros. Ni tampoco a Shakira.

Fue un«moc, moc»público. Sonoro. Estruendoso. Doloroso en Madrid, donde ya habían saltado todas las alarmas ante el posible bocinazo a la Liga que podía producirse tras la derrota ante el Sporting.«Moc, moc»cantó el inventor de la onomatopeya, el autor del gol que sentenció virtualmente el título.«Mi sol»,que dijo Shakira al presentar una foto con Gerard Piqué.

«Moc, moc»sonó, mientras el central cantaba el gol corriendo hacia un córner, cruzando los brazos en el pecho y marcando un dos en cada mano, ajeno a las diferentes interpretaciones que se suscitaban en las radios para descifrar el sentido de la celebración. Tantas como las ya reiteradas acusaciones en las emisoras madrileñas de que Piqué se ayudó de la mano.«Creo que controlo con el pecho, pero debería verlo por televisión, fue una jugada muy rápida»,explicó el central al acabar el partido. Era lo de menos. Sonó la bocina -«moc, moc»-,se encendió la luz, se acabó la Liga.

Otro delineante

Piqué marcó el gol y Valdés los evitó. Otro ejercicio coral del Barça, extensivo a toda la plantilla el día que faltaban la mitad de los pesos pesados. Como Puyol y Abidal en el centro de la defensa, aunque ahí resiste un Piqué«sorprendido»por el desatre del Madrid. Como Xavi, pero jugó Thiago, un delineante parecido para trazar el juego.

Faltaba también Messi. El mismo día en que Thiago era titular en la Liga, el argentino estrenaba suplencia. Por primera vez en el campeonato. No habría querido descansar, pero Guardiola le preservó. Entre el cansancio que arrastraba y la menor urgencia por ganar, gracias a Preciado y al Sporting. La mitad del trabajo estaba acabado antes de que el Barça partiera del hotel de Castellón donde se hospedó antes de ir al campo. Donde se aplaudió el gol de De las Cuevas en el Bernabéu.

Guardiola solo pudo retener en la banda a Messi 52 minutos, que dio velocidad al partido. Aceleró el final de la Liga. Resuelto todo, Valdés y Busquets vieron la tarjeta que les inhabilita para jugar ante el Almería y garantiza su presencia en el clásico ante el Madrid.«Juro que no la quería forzar»,afirmó el meta, el más explícito en la celebración final.«Ganar aquí era dar un paso de gigante para la Liga».añadió. Guardiola mostró su perfil más humilde -«me pasé de tonto»,admitió al hablar de su reflexión sobre su etapa en el Barça en la RAI- en su análisis.«De peores se han visto en el deporte, aunque tengamos 8 puntos y 8 partidos por jugar», dijo el técnico.

«Moc, moc», gritó Piqué.