La Pija y la Quinqui debutan esquiando y hablan de su experiencia en 'El conquistador' de TVE: "Fue una puta mierda"

Las pistas de Aramón Formigal han asistido al debut de Carlos Peguer y Marián Maturana como esquiadores. Los protagonistas del podcast 'La Pija y la Quinqui' han sido dos de los invitados de Ron Barceló en la tercera edición de Nevalia, su festival musical de invierno, que se cerró con una actuación de Belén Aguilera en plena pista de esquí a más de 2000 metros de altura y una sesión electrónica con la participación de DJs internacionales como Kevu y W&W.

"La experiencia de Ron Barceló me ha gustado mucho pero esquiar no mucho. Ha sido un poco temerario con todos los niños que había, era un poco como jugar a los bolos. Suerte que ellos, a pesar de ser algunos muy pequeños, lo hacían muy bien", nos cuenta la que fuera guionista de espacios como 'Gen Playz' (RTVE Play) o 'Cuerpos especiales' (Europa FM). 

"Yo no me he caído tanto, pero me tiraba cada vez que veía que iba a atropellar a un niño. Por responsabilidad. Nunca habíamos esquiado ninguno de los dos y la convencí. Al final fue divertido... pero lo he probado y no quiero volver a hacerlo nunca", asegura Carlos. 

Aprovechando su paso por Nevalia, Carlos Peguer y Marián Maturana han celebrado el segundo aniversario de su podcast, tiempo en el que han logrado una gran repercusión, gracias a su estilo, personal, mordaz y desenfadado, y a los potentes invitados que han logrado, entre los que destacan Rosalía y Pedro Sánchez: "Lo empezamos sin ningún tipo de ambición y fue muy sorprendente la velocidad a la que crecimos. En el primer mes, ya estábamos en el Top 5 de Spotify".

"El gran paso mediático lo dimos con Rosalía, que fue un chocho porque lo hacíamos en mi casa, con un ordenador cutre y no había tiro de cámara. Y con Pedro Sánchez dimos un salto generacional y nos conoció la gente que ve la tele. Nos sacaron hasta en los informativos".

Tras el éxito de las primeras temporadas de 'La Pija y la Quinqui', sus protagonistas evolucionaron y dieron el salto a la televisión lineal, sin abandonar su formato digital, participando en los debates de 'El conquistador' que presentaban Raquel Sánchez Silva y Marc Calderó, donde tenían la anacrónica labor de leer los comentarios de los espectadores en las redes sociales: "Fue una puta mierda", resume Marián.

"Nos trataron muy bien y estuvimos super a gusto, hay que decirlo. Nos hacía gracia empezar en televisión, pero nos dimos cuenta de que ese no era el formato ni era el momento. Teníamos muchas cosas, estábamos arrancando la sexta temporada del podcast. Y ahora estamos aprendiendo a ver las cosas que nos encajan y las que no y también a decir que no", comenta. 

Carlos añade: "Cambió mucho el planteamiento que se nos hizo al principio a cómo fue todo finalmente. Cuando nos lo plantearon nos encajaba, pero según fue evolucionando, nos vimos un poco más atrapados y en algún momento pensamos que a lo mejor eso no era lo nuestro".

"El programa no era lo nuestro. Nosotros veníamos de un programa autogestionado como es 'La Pija y la Quinqui', que al principio era muy de andar por casa, con un equipo pequeño, en el que tomas las decisiones y las ejecutas en poco tiempo. Y pasar a trabajar con equipos de tele, con los tiempos de tele, se nos vino un poco el mundo encima", remata Marián, que pese a esta experiencia, no se cierra a volver a televisión en el futuro: "No estamos cerrados a nada, pero tampoco estamos buscando nada en este momento". 

Por su parte, Carlos es un poco más pesimista: "Yo tampoco me cierro a nada, pero siento que no encajo, que no se entiende mi humor. Mi forma de expresarme es muy de internet y quizá no se traduzca bien en televisión. Quizá con el tiempo tenga una evolución en ese sentido, porque yo también soy consciente de que no me expreso igual que hace dos años. No sé si nosotros somos carne de reality porque somos personas muy poco expresivas. Y ahí se exige una presencia más histriónica".