El colmo de la crisis de la vivienda: sale a la venta una casa repleta de basura por 470.000 euros

El anuncio de una mansión en venta reza: "Esta propiedad de época de seis dormitorios necesita una modernización sustancial". Nada raro en el complejo y voraz mercado inmobiliario; peores condiciones se han visto. Además, con dinero todo tiene solución y así los nuevos dueños podrán convertirla en el hogar de sus sueños. La cuestión es que esa frase no refleja fielmente la realidad. No es que la vivienda esté vieja —regia, como dicen los expertos del sector—, tampoco es que fallen las cañerías, que el tejado tenga filtraciones de agua o cualquier otra cosa que reclame una costosa reforma. Es mucho, muchísimo, peor: está llena de mugre, basura y miles de objetos inútiles. Eso sí, la casa cuesta 470.000 euros y hay que comprarla "inmediatamente" porque los actuales dueños necitan una "transacción rápida".

Tienen tanta premura en vender que no han tenido tiempo para vaciarla ni para limpiarla. "Debido al estado de la propiedad, algunas habitaciones no se pueden ver. Aconsejamos calzado resistente durante la visita", alerta el mencionado anuncio, publicado en un portal inmobiliario. Quién avisa no es traidor, pero, ¿qué puede ser peor que eso? Pues la aclaración final: "No podrán asistir niños a las visitas por motivos de salud y seguridad".

No se puede acceder a algunas habitaciones

Las imágenes de la mansión sí que son honestas con la realidad. La suciedad y las cosas inservibles se acumulan por todos los rincones de la casa y el desorden es descomunal. No hay ni un palmo libre y acceder a las estancias es visiblemente una ardua tarea.

Muebles por doquier, montones de papeles, viejos reproductores de DVD, libros y revistas, juegos de mesa, vajillas... Es tal el amontonamiento de objetos que en algunos sitios llegan hasta el techo. En este sentido, la inmobiliaria advierte de que no ha podido tomar "medidas actuales y reales", sino que ha cogido las que había en un plano antiguo. "No podemos asumir ninguna responsabilidad por su exactitud", se excusa.

A saber cuál es realmente el estado de las instalaciones de la vivienda. Quizá sería derribarla y volverla a construir, pero la inmobiliaria no da más detalles de la propiedad. De hecho, apenas ha colgado tres fotos del interior, en las que se intuye que quien vive (o vivió) allí tiene síndrome de Diógenes.

Aunque el estado de la casa es de ruina total, el enclave donde está es idílico: se encuentra en la Isla de Wight, situada en la costa sur frente a la ciudad de Portsmouth (Reino Unido).

Por último, el vendedor defiende los intereses de los actuales dueños. "Solo se invita a ver la vivienda a los clientes que puedan realizar la compra inmediatamente", recalca. En cambio, no precisa si hay una rebaja del precio por encargarse de vaciar y limpiar la casa. El interesado, si es que hay alguno, primero tendrá que sobrevivir a la visita.