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Escoba

Escoba

Pedro G. Cuesta

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Una escoba es un utensilio de limpieza diseñado para barrer y recoger partículas de suciedad, polvo, cabellos u otros desechos sólidos del suelo. Su mecanismo es muy simple: un mango largo al que se engancha un cepillo de cerdas rígidas en la parte inferior, que es con el que se barre y reúne la suciedad en un montón para su posterior recogida.

Al ser un instrumento que se usa para juntar y recoger porquería, conviene que el cepillo de la escoba esté lo más limpio posible para que cumpla su cometido. Si no está lo suficientemente limpio, es posible que se produzca el efecto contrario al deseado: que en vez de limpiar, se ensucie más el suelo.

Para limpiar una escoba, hay un truco perfecto: enganchar un peine de púas separadas a las cerdas. Los dientes del peine evitarán que se enreden pelusas, pelos y polvo en las cerdas de la escoba y se puedan recoger partículas pequeñas y finas que de otro modo podrían quedar atrapadas.

Más efectiva

De ese modo, la escoba podrá realizar su función de limpieza de manera más efectiva y se prolongará la vida útil de la escoba.

Pero no solo eso: con este método, ahorrarás tiempo y esfuerzo. En lugar de tratar de sacudir o golpear repetidamente la escoba para liberar los materiales atrapados, el peine permite un proceso más rápido y eficiente, puesto que la suciedad se quedará adherida al peine en vez de a las cerdas.

Y siempre se puede 'peinar' la escoba una vez se acabe de escobar. La forma de hacerlo es desde la base de las cerdas y hacia abajo, pasando el peine entre las cerdas para eliminar la acumulación de polvo, cabellos y otros desechos que puedan haber quedado atrapados.

Una vez hayas limpiado la escoba y el peine, guárdalos en un lugar limpio y seco para evitar que se acumule más suciedad.