Dietas

Por qué la velocidad a la que comes es importante para no engordar

Este truco sirve para los que están intentando perder peso, los que quieren hacerlo próximamente o los que simplemente desean seguir un estilo de vida saludable

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M. A. R.

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El ritmo agitado de la vida diaria a menudo nos lleva a comer apresuradamente, sin detenernos a saborear los alimentos que tenemos frente a nosotros. Pero, ¿sabías que la velocidad de ingesta puede tener un impacto significativo en tu salud?

Además de que la propia tensión es negativa para el organismo, haciendo hasta que adelgacemos menos en las dietas que nos propongamos, existen razones por las cuales es positivo tomarse un tiempo a la hora de comer.

Expertos en nutrición han revelado que comer rápido o despacio afecta directamente a nuestra salud, ya que influye en la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos. La velocidad de la ingesta afecta la liberación de hormonas que regulan la sensación de saciedad y el hambre.

Las personas que comen rápidamente tienden a tener sobrepeso y niveles más altos de colesterol "malo". Esto se debe a que ingieren hasta 200 calorías adicionales sin darse cuenta, lo que contribuye al aumento de peso. Por otro lado, aquellos que comen despacio se sacian antes ya que 'engañan' a su cerebro.

Sensación de saciedad

Las señales de saciedad tardan de 5 a 20 minutos en llegar al cerebro, por lo que comer rápidamente puede llevar a consumir más de lo necesario. Además, al comer despacio, la liberación de nutrientes en el intestino es más lenta, lo que prolonga la sensación de saciedad y suprime el hambre.

Una experta de una universidad inglesa trató de demostrar esto con su propio cuerpo. Comió exactamente lo mismo en dos días, pero una vez lo hizo muy lentamente y en la otra ocasión más rápido. Los resultados mostraron una mayor respuesta cuando comió rápidamente, con picos de glucosa en sangre potencialmente peligrosos para la salud.

Cambiar el hábito de comer rápido puede resultar complicado pero es lo mejor y pero existen trucos efectivos para hacerlo. Apoyar los cubiertos en el plato entre bocados y masticar más lentamente son estrategias que pueden ayudar.