Consejos prácticos

Los únicos tres productos que dejan la ropa súper blanca

Ropa tendida en un tejado de Barcelona.

Ropa tendida en un tejado de Barcelona. / Jordi Cotrina

Pedro G. Cuesta

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Limpiar manchas en ropa blanca suele ser tarea difícil. Especialmente las de vino, café o grasa. En el supermercado es fácil encontrar diversos productos que ayudan en este tipo de situaciones.

Pero hay métodos caseros tan o más eficaces que los productos químicos. Uno de ellos es triturar una aspirina en un vaso de agua. Luego hay que aplicar el resultante sobre la marcha y meter en la lavadora en un programa normal. Si no funciona a la primera, este proceso debe repetirse una o dos veces más.

Además, para la ropa blanca que suele amarillear con el paso del tiempo, el sol es un blanqueador muy potente.

Por último, la lejía también suele funcionar, si bien puede degradar la textura de los tejidos.

Sin embargo, los tres productos estrella que dejan la ropa súper blanca son:

  1. Bicarbonato de sodio: es un producto muy versátil que se puede utilizar para muchas cosas, incluyendo blanquear la ropa. Para usarlo como blanqueante casero, basta con agregar una taza de bicarbonato de sodio al ciclo de lavado de la colada blanca junto al detergente habitual. También se puede hacer una pasta con bicarbonato de sodio y agua y aplicarla directamente a las manchas antes de lavar la prenda.
  2. Vinagre blanco: el producto más usado y versátil de la limpieza también ayuda a blanquear la ropa. Basta con añadir una taza de vinagre blanco al ciclo de lavado de tu lavadora junto al detergente habitual. Otra forma es sumergir la prenda en agua caliente mezclada con una taza de vinagre blanco durante una hora antes de lavarla.
  3. Peróxido de hidrógeno: este potente blanqueador se puede utilizar para blanquear la ropa. Hay que agregar media taza de peróxido de hidrógeno al ciclo de lavado de la lavadora, sin olvidar la dosis habitual de detergente. Pero también se puede hacer una solución de peróxido de hidrógeno y agua a partes iguales y aplicarla directamente a las manchas antes de lavar la prenda. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el peróxido de hidrógeno, al igual que sucede con la lejía, puede decolorar algunas telas, así que es importante hacer una prueba en una zona poco visible antes de usarlo.