FORENSES DE LA CARRETERA

Trànsit mejora la reconstrucción de accidentes con las 'cajas negras' de los coches

Óscar Hernández

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Un conductor para en un stop antes de cruzar una carretera. Cuando se dispone a pasar, aparece otro coche en esa vía y le embiste de lado. Un muerto y un herido grave. Aparentemente, el responsable del siniestro es el que se salta el stop. Pero solo aparentemente. El análisis de los datos recogidos en la 'caja negra' del segundo turismo demuestra que ese coche circulaba a 106 kilómetros por hora en una recta con limitación de 70. La culpa ya no es solo de quien se saltó el stop; ahora el juez podría responsabilizar al conductor que lo embistió o repartir la culpa entre los dos.

Este accidente, real, ocurrido el año pasado, que se encuentra todavía en fase de instrucción judicial, es un ejemplo de la información detallada que recogen los agentes del Área Central de Investigación de Accidentes de los Mossos d'Esquadra de las entrañas de los vehículos de algunas de las marcas más prestigiosas (Volvo, Volkswagen. Toyota, Lexus, Opel y Crhysler ). Los Mossos disponen de un sistema, denominado Crash Data Retriaval (CDR), con el que se conectan físicamente al vehículo siniestrado y extraen la información grabada en el Event Data Recorder (EDR) del coche, que registra numerosos datos del vehículo en los cinco segundos antes de la colisión (activación de airbags, velocidad, freno, giro de volante...). En los últimos cinco años, los investigadores de la policía autonómica ya han escudriñado con esta técnica más propia de un CSI digital 300 accidentes de tráfico graves.

Del qué al por qué

"En los ultimos años hemos pasado del modelo más clásico de investigación de un accidente, el de ver qué ha pasado, al actual, en el que queremos saber también por qué ha pasado", explica Francesc Cermerón, subinspector jefe del área Central de Investigación  de Accidentes de los Mossos d'Esquadra, en su despacho del Centre Egara, la central de este cuerpo policial en Sabadell.  "Invadir un carril contrario, por ejemplo, no es una causa", aclara el responsable policial. Y con este cambio del punto de vista comienza un proceso que implica la formación de 100 mossos, de los más de mil destinados en Trànsit, para desmenuzar y reconstruir los accidentes más importantes.

"Hay que analizar la vía, el vehículo, las fuerzas físicas que intervienen y el factor humano. También hemos mejorado la recogida de datos a traves de la fotometría, que se aplica en el mismo lugar del accidente con imágenes tomadas desde altura con una pértiga y que luego podemos introducir en un ordenador para hacer la reconstrucción", añade el responsable de este equipo de investigadores de Trànsit.  Pero ahora, la verdadera revolución en la toma de datos es el CDR a través de los EDR que todos los coches deben incorporar a partir del 2021 en cumplimiento de una directiva europea de seguridad. "Es un sistema que, a diferencia de la caja negra de los aviones, no graba voz, ni vídeo, solo es un registro de eventos que se activa cuando se ponen en marcha los dispositivos de seguridad y el vehículo se prepara para el impacto y para proteger al conductor. Se graban muchos datos en los cinco segundos antes del choque", detalla Cermerón. 

El hijo que no dijo nada

La primera descarga de datos se llevó a cabo en el 2014 y ya llevan unas 300.  "A través del módulo de control del airbag podemos ver la velocidad a la que iba el vehículo, si frenó antes o no y hasta si giró el volante en el momento previo a la colisión", explica Xavier Roch, cabo de la unidad de recosntruccion de accidentes. Con esos datos es más fácil saber qué ocurrió en el coche. Para lo bueno y para lo malo. "Una vez nos llamó una mujer para decirnos que en su coche se había disparado el airbag estando aparacado delante de su casa. Con el CDR vimos que el coche había tenido una colisión circulando. Su hijo le había cogido el coche la madrugada anterior y había chocado, pero dejó el coche delate de casa para disimular y negó habérselo llevado", añade Roch.

Y es que la investigación de accidentes con la ingeniería tecnológica forense no ha hecho nada más que empezar. Además del accidente relatado al inicio de esta información, cada vez son más los datos que los Mossos extraen de los sistemas de seguridad inteligentes de los coches con la simple conexión de su CDR. "En un accidente en las Terres de l'Ebre un coche con dos jóvenes se salió de la carretera y volcó en un arrozal. No se sabía si fue al esquivar otro vehículo o al chocar con un animal. El CDR nos permitió averiguar que circulaban a 160 kilómetros por hora cuando se salieron de la vía. El sistema reflejó que no tocaron el volante ni pisaron el freno, no hay ninguna maniobra evasiva, y como el coche vuelca, tampoco se disparan los airbags", indica Roch. O se durmió el conductor o se distrajo. No hubo más implicados. No había testigos, pero el coche habló.