Calor intenso

Las noches tórridas y tropicales, la nueva normalidad climática en Barcelona y el litoral de Catalunya

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La prolongación de madrugadas por encima de los 20 y 25 ºC ha dejado de ser un hecho puntual adscrito a las olas de calor para convertirse en un estadio que se prolonga durante todo el verano

Barcelona 23/06/2023 Barcelona Fotogaleria verbena Sant Joan.

Barcelona 23/06/2023 Barcelona Fotogaleria verbena Sant Joan. / Jordi Otix

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Desde el 6 de junio, de manera casi ininterrumpida -el 14 de ese mismo mes se truncó la tendencia por tan solo una décima-, en Barcelona todas las noches han alcanzado o superado los 20ºC de temperatura mínima.

Y estas dos últimas jornadas, los termómetros se han aupado por encima de los 25ºC, reafirmando un ciclo de noches de calor muy intenso que, entre el agobio térmico y las consecuencias en salud, cada vez más se está normalizando entre los habitantes de cualquier localidad del litoral y prelitoral de Catalunya. Sobre todo aquellos que se alojan en zonas densamente pobladas y que, en consecuencia, viven bajo el yugo del efecto 'isla de calor', como es el caso de la capital catalana, en la que los termómetros pueden auparse entre 3 y 8ºC en horario nocturno respecto a zonas rurales o con menor edificación.

Así, desde hace un par de años, el nuevo vocabulario estival ha adoptado dos nuevos términos que han cuajado definitivamente dentro del glosario meteorológico: noches tropicales y noches tórridas.

El que los termómetros se aupen a registros que impiden el pleno descanso nocturno no es un concepto novedoso, ya que alcanzar o superar una temperatura mínima de 20 ºC es un valor que vienen anotando las estaciones meteorológicas desde que se recogen datos.

La diferencia en este último lustro es que, dejando al margen el verano de récord de 2003 y la larguísima ola de calor de 2015 -26 días-, ha dejado de ser un hecho puntual adscrito a algún episodo de canícula intensa a convertirse en un fenómeno cuya principal novedad es su extensión. Salvo excepciones se registra a lo largo de todo el verano y, cada vez más, comienza con mayor antelación.

Ante este situación, el Servei Meteorològic de Catalunya se ha visto en la tesitura de reformular sus avisos de riesgo de calor extremo incluyendo el de calor nocturna intensa.

Continuará todo el verano

A pesar de que este 2023 los episodios de calor han comenzado algo más tarde que otros años -a causa de un mes de mayo más lluvioso y fresco que la media, y que eso ha retrasado el inicio de las noches especialmente calurosas-, junio ha significado el regreso a la tónica de los últimos veranos en todo el litoral y prelitoral catalán, además de las comarcas del valle del Ebro. Los 26 ºC registrados en la noche de este miércoles en Torredembarra o los 29,1ºC de Torroella de Montgrí indican que no es solo un fenómeno adscrito al área metropolitana de Barcelona.

Todo indica que este escenario tiene visos de perpertuarse, al menos, hasta el final de la estación, ya que los modelos a medio plazo remarcan que, sin llegar a las cotas extremas de 2022 -un año en el que el Observatorio Fabra anotó su segundo agosto más cálido desde 1914-, este 2023 se situará entre uno y tres grados por encima de la media histórica en toda la franja de costa catalana y el sur del territorio.

Teniendo en cuenta que entre julio y agosto del año pasado se contabilizaron hasta 35 noches tórridas en Barcelona, nos quedan aún muchas madrugadas de mal dormir en los próximos meses.

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