METEOROLOGÍA

¿Estamos en 'invierano'?

playa en invierno

playa en invierno / EFE / javier ETXEZARRETA

Análisis de Wireless DNA

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¿Es cierta la sensación que tienen muchas personas de que este año no estamos teniendo invierno en España y que vivimos en una constante primavera avanzada. ¿Ha desaparecido el invierno? ¿Podemos hablar de que ha nacido el 'invierano'?

Esta percepción popular no va muy desencaminada de las estadísticas que nos han dejado estos dos primeros meses del año, según el análisis efectuado por Wireless DNA para EL PERIÓDICO. El 2019 ha empezado bajo unas condiciones meteorológicas impropias para la época del año, sometidas a la influencia casi crónica de un anticiclón que se ha expandido hacia el norte de Europa. Este fenómeno ha acogido todo el mediterráneo occidental y ha dejado valores récord durante el mes de febrero en muchos puntos de España y de todo el continente.

En el conjunto del país, las precipitaciones han sido normales si tomamos como referencia los dos primeros meses del año, con una media de 55 mm; eso sí, con una notable componente geográfica (más seco en el levante y más húmedo en el Cantábrico) y con el mes de enero como clave para mantener el promedio.

Uno de los valores que refleja el ambiente anticiclónico predominante son los guarismos por encima de lo normal en todo el territorio español en cuanto a la insolación, con anomalías positivas que han superado el 30%. El mes que ha sido muy disruptivo con lo habitual para la época del año ha sido febrero, que se ha erigido en el más seco del siglo XXI. Además, se han batido hasta 15 récords locales referentes a las temperaturas máximas absolutas, lo que se deriva del 44% de horas de más que ha lucido el sol de media (+88% en Burgos o +79% en Donostia). La precipitación media en España ha sido de 15 mm en esos 28 días.

¿Debemos ir acostumbrándonos a este tiempo inusual? ¿Se debe esto al cambio climático? Podría ser muy fácil argumentar que este episodio de temperaturas anormalmente altas tiene relación directa. Pero como en otras ocasiones, debemos recordar que no se puede relacionar un episodio concreto con un fenómeno global como este con tanta ligereza. Sin embargo, hay ciertas estadísticas que nos pueden llevar a pensar que estamos ante una tendencia climática.

Desde 1965 hasta 1988 no había ningún año por encima de la media climatológica, y sin embargo desde 1989 hasta el 2018, son 19 de 29 años las veces que hemos superado ese límite. Este patrón también se refleja a nivel mundial, y es que el febrero del 2019 volvió a ser cálido a nivel planetario. Los datos del programa Copernicus del ECMWF nos indican que se trata del tercer mes más cálido de la serie, solo por detrás del 2016 y el 2017.

La temperatura de la tierra estuvo 0,47 ºC más elevada. En muchos lugares de Europa se superaron anomalías de más de 10 ºC, batiendo varios récords.

¿Seguiremos con este tiempo?

Tras el paso de varios frentes que han afectado por fin a la Península esta semana, parece que nos volveremos a recuperar con ambiente anticiclónico y temperaturas por encima de la media hasta mediados de la semana que viene, cuando podríamos tener una nueva irrupción fría y posibles lluvias. Más allá es muy difícil predecir como evolucionara la situación meteorológica, aunque las previsiones no son muy optimistas.

La situación en Catalunya

En Catalunya, el 2019 se inauguró con un enero, que en base a las temperaturas podría considerarse frío, con una temperatura media de 4,7 ºC (-0,5 ºC por debajo de los valores climatológicos). De hecho, aquel fue un mes particular, ya que rompió con una monotonía marcada por las anomalías positivas (con valores por encima de la media) que se habían producido desde marzo del 2018.

Sin embargo, esta situación es un poco engañosa. Como se ha comentado, desde principios de año estamos bajo la presencia de un anticiclón, que salvo en contadas ocasiones ha provocado una gran oscilación térmica entre las temperaturas diurnas y nocturnas en toda la Península. Esta discrepancia entre máximas elevadas y mínimas muy bajas también ha sido la responsable de reflejar una media ligeramente fría.

Para comprobar estos datos, los especialistas de Wireless DNA han trabajado con todas las estaciones meteorológicas de AEMET en Catalunya, obteniendo así varias conclusiones.

Durante el mes de enero no hubo valores extremadamente dispares a los valores climatológicos de referencia, aunque sí que se registraron varios días en los que las temperaturas máximas alcanzaron los 20º C, provocando esta sensación de estabilidad en la población.

Sin embargo, a pesar de tener unas temperaturas que en la media han resultado ser ligeramente más frías que las estadísticas climáticas, en cuanto a las precipitaciones si que tuvimos un enero muy seco en Cataluña.

La precipitación acumulada en varias estaciones está bastante por debajo de los valores climáticos que le corresponderían, y por lo tanto en una situación de déficit. Además la precipitación se concentró en muy pocos días, y es que de las estaciones reflejadas en la que más días llovió fue en Girona y Lleida con cinco días en todo el mes, y en la que menos en Reus con solamente dos días de lluvia.

La media de precipitaciones para todo el territorio catalán fue de 21 mm.

En Catalunya este febrero ha sido muy cálido, con una temperatura media para todo el territorio que ha alcanzado los 7’9 ºC (1’7 ºC por encima de lo normal). De hecho,  ha entrado en el pódium de los 3 febreros más calurosos de este siglo XXI, tras el 2017 y 2007.

Como hemos comentado anteriormente, desde que empezó el año el ambiente anticiclónico ha sido el protagonista, situación que ha derivado en temperaturas máximas muy elevadas. El promedio de las máximas ha sido de 14’9 ºC (3’4 ºC por encima de lo normal), lo que sitúa este mes en el tercer lugar en el ránking de las temperaturas más elevadas desde 1940.

Contrariamente, las mínimas han sido bajas, con una media de 0’9 ºC.

Si comparamos los valores climatológicos de las estaciones seleccionadas con los valores registrados vemos como están muy por encima de lo usual.

En febrero solamente hemos tenido un episodio frío (entre el 2 y 4) debido a la influencia de la borrasca Helena. Posteriormente, las anomalías volvieron a ser muy positivas, destacando los días 22, 26 y 27.

En cuanto a la precipitación, este mes ha sido muy seco en Catalunya, con una media de 5 mm. Ha sido uno de los febreros más secos de los últimos 99 años.

En las estaciones comentadas dónde ha llovido más días es en Girona con cuatro días en febrero, acumulando solamente un litro por metro cuadrado. En Barcelona y Lleida solamente ha llovido un día.