Estudiantes de la UPC de Terrassa crean un sistema de propulsión eléctrica para satélites

Se trata de un proyecto que mejora la resolución de las imágenes captadas por los satélites, permite unas conexiones más accesibles y evita el consumo de combustible fósil

Imagen virtual del satélite con el sistema creado por 'Kreios Space'

Imagen virtual del satélite con el sistema creado por 'Kreios Space' / ESEIAAT

EFE
El Periódico
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Siete estudiantes del máster en Ingeniería Aeronáutica de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (Vallès Occidental) de la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC), han creado un sistema de propulsión eléctrica para satélites que operan en órbitas bajas.

Se trata de un proyecto que mejora la resolución de las imágenes captadas por los satélites, permite unas conexiones más accesibles y evita el consumo de combustible fósil y la acumulación de residuos espaciales, uno de los retos de la industria aeroespacial, según ha informado la UPC este lunes en un comunicado.

Por otro lado, los alumnos del máster han impulsado una 'start-up', llamada 'Kreios Space', la primera en España, y prevén introducir el sistema en el mercado a través de la empresa.

Rebajar el combustible fósil

El objetivo es fabricar, a medio plazo, un propulsor totalmente eléctrico basado en una nueva tecnología llamada Air-Breathing Electric Propulsion (ABEP), que genera energía gracias a los motores de fuente de helicón (HPT), ha indicado la universidad.

En la actualidad, para poder permanecer en órbita, los satélites utilizan mucha cantidad de combustible fósil, lo que provoca que muchas misiones sean inviables debido a su coste, ha indicado la universidad, que ha añadido que "si estos satélites no necesitasen combustible, las misiones en órbitas muy bajas serían posibles".

El proyecto ha ganado el programa "UPC Space Santander Explorer", al que se han presentado 50 participantes, y ha resultado segundo clasificado entre 40 equipos europeos en la categoría de estudiantes del "Hackaton Galactica" por lo que han obtenido un premio de 5.000 euros.

El equipo, integrado por Max Amer, Adrià Barceló, Iker Blanco, Francisco Boira, Francisco Bosch y Jan Mataró y Adrián Senar ha garantizado que el sistema se puede adaptar también a satélites pequeños y el coste varía entre los 40.000 euros de los más sencillos hasta los 200.000, según el peso y el tiempo de vida de las misiones.

El objetivo es disponer del primer prototipo en 2022 y que el sistema sea plenamente factible en 2023.

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