El último grande del año

Alcaraz resuelve ante Zverev y se encontrará a Medvedev en semifinal del Abierto de EEUU

Se impone en dos horas y media al alemán 6-3, 6-2 y 6-4 y se medirá al número 3 el viernes

El tenista español Carlos Alcaraz en su partido de cuartos del US Open ante Zverev.

El tenista español Carlos Alcaraz en su partido de cuartos del US Open ante Zverev. / EFE/EPA/Will Oliver

Idoya Noain

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Las hechuras de un campeón se exhiben de formas distintas. A veces se ven en un juego impoluto . Otras, en el espíritu de lucha inasequible al desaliento. Y hay otras, como la semifinal del Abierto de Estados Unidos que este miércoles han disputado Carlos Alcaraz y Alexander Zverev, en las que lo que se impone son la capacidad de solventar y la mejora gradual hasta dejar al rival sin respuestas y lograr la victoria, incluso sin alcanzar la plena brillantez.

Es lo que ha mostrado el de El Palmar, que ha ido mejorando conforme se medía al alemán, ha acabado mostrando una superioridad apabullante y con el 6-3, 6-2 y 6-4 ya está de nuevo en las semifinales del último grande del año, el único menor de 21 años que lo consigue en años consecutivos desde que André Agassi lo hicera, en el caso del estadounidense tres veces, entre 1988 y 1990.

En esa ronda le espera el número 3 del mundo y campeón neoyorquino un año antes que él: Daniil Medvedev, que se deshizo en su partido horas antes de su amigo Andrey Rublev también en tres sets (6-3, 6-3 y 6-4).

“Un día va a morir un jugador”

Unos y otros jugaron en las infernales condiciones de calor y humedad que se viven estos días en Nueva York, una sauna implacable que está haciendo sufrir a los jugadores. Y esas condiciones han llevado a Medvedev a ser más abierto que nadie en sus advertencias. “Algún día va a morir un jugador”, decía a una cámara en mitad de su partido conforme se acercaba a por una toalla para secarse el sudor. Luego en la rueda de prensa defendía su franqueza, y el debate para la búsqueda de soluciones: “mejor hablar un poco antes de que pase algo”.

El partido con Zverev

Sabía bien de esas condiciones Zverev, que el lunes las había sufrido en su maratón nocturno de 281 minutos ante Jannik Sinner, un partido que elevó por encima de las 15 horas el tiempo que había pasado en la pista para ponerse en los cuartos (frente a las ocho horas y 36 minutos de Alcaraz). Y probablemente todo el conjunto pasó factura, física y mental al de Hamburgo, aunque luego asegurara que no había tenido nada que ver. 

Es algo que aprovechó Alcaraz, más eficiente que otra cosa en el primer set. Porque otra vez volvieron fallos e imprecisiones con el primer servicio que se han visto en los últimos partidos, pero también la capacidad de aprovechar la más mínima oportunidad. Y después de salvar dos bolas de break en el séptimo juego, fue el quien rompió a Zverev en su primera ocasión. Ya con 5-3 y servicio afinó. Ahí sí metió los primeros servicios, ahí sirvió su único saque directo de esa manga, y ahí se llevó el set. Es una efectividad de maestro.

En el segundo Alcaraz elevó el nivel de juego conforme Zverev veía evaporarse el único arma que podría haberle ayudado a plantar cara: el servicio, según explicó después en parte por molestias en el glúteo izquierdo. Con el segundo el alemán acabó el partido ganando solo el 28% de los puntos, menos de la mitad que Alcaraz. Y con ese espacio abierto, se vieron más de los destellos del número 1, como un espectacular golpe cruzado del revés para llevarse el primero de los dos servicios que rompió al alemán.

En el tercer set se mantuvo la tónica: efectividad en la defensa, el ataque preciso, la dejada perfecta en en el momento oportuno... Y en dos horas y media justas, Alcaraz, inaccesible para Zverev, selló la victoria ante el público que abarrotaba Arthur Ashe.

Con el triunfo y la clasificación ya en el bolsillo, el de El Palmar quiso felicitar a su rival y declararse "muy feliz" de que Zverev, que pasó más de medio año alejado de las pistas tras romperse en Roland Garros el año pasado siete ligamentos del tobillo derecho, haya vuelto a acercarse al nivel que tenía antes de esa lesión, con el que llegó a ser el número 2 del mundo. "Ha trabajado duro para volver y finalmente está mostrando su mejor tenis", dijo del alemán, que llegó a Nueva York como número 12 y después del Abierto volverá al top 10.

El duelo con Medvedev

Para Alcaraz llega ahora un duelo donde parte como favorito, pero que sabe que será complicado. En sus cara a cara con el moscovita llea ventaja de 2 a 1, con los triunfos más recientes este año en la semifinal de Wimbledon y la final de Indian Wells, encuentros donde el propio Medvedev ha reconocido que le puso "las cosas fáciles".

No pretende hacerlo en la lucha para volver a la final el domingo, en la que uno de los dos se medirá con el ganador del encuentro entre Novak Djokovic y la joven promesa estadounidense Ben Shelton,. "Soy alguien que lucha mucho, así que quiero ser mejor, y necesito estar 11 sobre 10 para intentar ganarle", decía Medvedev.

"Carlos es bueno con la derecha, con el revés, puede cortarla, hace dejadas... Tiene todos los golpes del juego. Pero en el tenis siempre puedes ganar a otros jugadores", recordaba. "La gente gana a Novak (como hizo él mismo en la final neoyorquina de 2021). La gente incluso gana a Rafa (Nadal) en tierra, que es casi imposible, pero algunos jugadores lo consiguen". ¿Por qué no él?