Tenis

Alcaraz gana un partido épico a Sinner y alcanza las semifinales del Open de EEUU

El tenista murciano salva una bola de 'match' en el cuarto set y se impone en 5 horas 15 minutos por 6-3, 6-7, 6-7, 7-5 y 6-3

Carlos Alcaraz, durante el partido contra Jannik Sinner

Carlos Alcaraz, durante el partido contra Jannik Sinner / AFP / Matthew Stockman

Idoya Noain

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Este Abierto de Estados Unidos era hasta ahora uno marcado por la despedida de Serena Williams del tenis. La campeona eligió no hablar de retirada sino de “evolución”. Y quizá, seguramente, sea la palabra del año en Nueva York, especialmente después de ver los cuartos de final entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, un partido donde se ha visto y sentido la historia gestándose en Nueva York y donde, escribiendo los dos tenistas sus nombres con mayúsculas, el que lo hace con letras de oro es el español.

Tras un partido titánico de cinco horas y cuarto, el que más tarde ha acabado en la historia del grand slam neoyorquino, Alcaraz alcanza a los 19 años sus primeras semifinales de un grande (6-3, 6-7 (9-7), 6-7 (7-0), 7-5 y 6-3). Es el más joven en Flushing Meadows desde que llegara Pete Sampras en 1990 y en todos los grandes desde que Rafael Nadal llegó a las de Roland Garros en 2005.

Le espera ahí, el viernes, Frances Tiafoe, el verdugo de Nadal en este Abierto y un tenista local que ha elevado su nivel y devuelto las esperanzas al tenis estadounidense. Pero Alcaraz mantiene vivo el sueño del título y del número 1 del mundo, que alcanzará si gana el torneo o si llega a la final y su rival no es Casper Rudd.  

Pero en esta madrugada de jueves, tras la gesta ante Sinner, el italiano del norte de 21 años y 13 del mundo que le había ganado en sus dos últimos encuentros (en Wimbledon y Umag), Alcaraz solo quería “disfrutar del momento”. Porque lo acababa de dejar todo sobre la pista de Arthur Ashe en un duelo memorable, un ejercicio donde los dos jóvenes tenistas han hecho una exhibición de valentía y han mantenido, siempre, una actitud impecable.

Se ha disputado cinco sets con dos 'tie breaks' y el murciano ha salvado un punto de partido de Sinner en el cuarto. Y ha sido un encuentro de dos cuerpos y dos raquetas de las que salían una potencia y una velocidad espectaculares; una montaña rusa, o un tira y afloja, donde la ventaja cambiaba de golpe a golpe, de punto a punto. Alcaraz cometía muchos menos errores que su rival, pero no todo se traducía en el marcador.

En la pista, tras ese encuentro que ha provocado delirio y locura, Patrick McEnroe le decía a un Alcaraz aún incrédulo que había sido “uno de los mejores partidos disputados nunca” en la central neoyorquina. Y para el propio Alcaraz esta victoria, la número 49 en este año donde ya ha cosechado cuatro títulos, sin duda era uno para su propia historia.

"Este es el partido es el mejor que he jugado en toda mi carrera, desde la primera bola hasta la última ha habido una calidad inmensa, no ha habido ningún bajón por ambas partes", resumía el propio Alcaraz luego con una enorme sonrisa ante la prensa, reconociéndose lógicamente "cansado" pero feliz, y aún "las emociones a flor de piel". "El nivel que hemos mostrado hoy ha sido increíble, espectacular, con alta capacidad de concentración"."La evolución del deporte", "el presente"

No solo sabía la gesta que acababa de protagonizar Alcaraz. Y otro McEnroe, John, resumía durante la retransmisión el sentir de espectadores, comentaristas y aficionados. “Esto es la evolución del deporte”, aseguraba el antiguo tenista, uno de los que ve que como sucedió con Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer, Sinner y Alcaraz apuntan a abrir una rivalidad que les hará más grande a los dos y que puede ser no solo el futuro del tenis, sino ya el presente.

"Mientras estén Rafa, Djokovic y Federer serán los mejores y su rivalidad siempre será la primera, pero hoy hemos demostrado que somos el presente y tenemos una larga carrera por delante", decía Alcaraz. "Vamos a jugar muchísimas veces juntos, vamos a mostrar nuestro mejor nivel en grandes torneos".

Ya han empezado a hacerlo. Y en una noche de gloria, es Alcaraz el que avanza.