Ciencias de la Tierra

El deshielo del permafrost oxida y contamina a los ríos cristalinos de Alaska

Los ríos afectados pueden verse desde el espacio

Una vista aérea del río Kutuk, de color óxido, en el Parque Nacional Gates of the Arctic en Alaska.

Una vista aérea del río Kutuk, de color óxido, en el Parque Nacional Gates of the Arctic en Alaska. / Créditos: Ken Hill / National Park Service.

Pablo Javier Piacente

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Los metales liberados por el deshielo del permafrost están oxidando y contaminando ríos y arroyos de Alaska: ayer prístinos, estos cursos de agua han cambiado su tradicional azul cristalino por un intenso color naranja turbio. Es otra consecuencia del calentamiento global antropogénico.

Un equipo de investigadores del Servicio de Parques Nacionales, el Servicio Geológico, la Universidad de California en Davis y otras instituciones de Estados Unidos han documentado y obtenido muestras de algunas de las aguas deterioradas por el deshielo del permafrost en Alaska, identificando 75 zonas contaminadas en un área del tamaño de Texas. Los hallazgos se resumen en un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Communications Earth & Environment.

La investigación indica que docenas de los arroyos y ríos más remotos de Alaska están cambiando su habitual tono azulado y cristalino por un fuerte color anaranjado: la variación cromática estaría directamente relacionada con los minerales expuestos por el deshielo del permafrost. Vale aclarar que el permafrost es una capa de suelo congelado permanentemente, que puede apreciarse en las regiones más frías del planeta.

Ríos y arroyos oxidados

El calentamiento global antropogénico, incentivado por la actividad humana ajena a las necesidades del ambiente desde la Revolución Industrial hasta hoy, es una de las principales causas del deshielo del permafrost, que produce fuertes cambios en las zonas aledañas y en el equilibrio ambiental del planeta en general.

En este caso específico, los científicos creen que como el permafrost almacena minerales, a medida que el clima se calienta algunos de ellos quedan expuestos al agua y al oxígeno, generando la liberación de metales nocivos. Esto produce la acidificación y contaminación del agua, en un proceso que deriva en el cambio de tonalidad de los ríos y arroyos. "Los ríos manchados son tan grandes que podemos verlos desde el espacio", indicó en una nota de prensa el científico Brett Poulin, uno de los autores del nuevo estudio.

Según los investigadores, algunas muestras de las aguas deterioradas tienen un pH de 2,3 en comparación con el pH promedio de 8 para estos ríos. Esto significa que los minerales de sulfuro se están erosionando, lo que genera condiciones altamente ácidas y corrosivas que liberan metales adicionales. Se han medido niveles extremadamente elevados de hierro, zinc, níquel, cobre y cadmio.

En todo el planeta

Las posibles consecuencias a futuro son preocupantes, porque la contaminación de ríos y arroyos afecta el hábitat, la calidad del agua y otros sistemas ecológicos, convirtiendo áreas saludables en ambientes degradados, con menos peces e invertebrados. Además, las comunidades rurales que dependen de estos ríos para obtener agua potable también podrían verse afectadas.

De acuerdo a un artículo publicado en Science Times, este inconveniente detectado en Alaska podría afectar a otras zonas del planeta. A medida que el clima continúe calentándose, el permafrost seguirá derritiéndose y podría provocar consecuencias similares en ríos y arroyos de otras regiones. Debido a esta realidad, los científicos creen que se necesita más trabajo para comprender mejor el problema y determinar si los ríos y arroyos pueden recuperarse, tal vez después de que el clima frío promueva la recomposición del permafrost.

Referencia

Metal mobilization from thawing permafrost to aquatic ecosystems is driving rusting of Arctic streams. Jonathan A. O’Donnell, Brett Poulin et al. Communications Earth & Environment (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s43247-024-01446-z

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