Biogenética

Un gusano congelado vuelve a la vida después de 46.000 años

Es el caso más largo registrado en nematodos, superando por decenas de miles de años a otros casos previos

P. kolymaensis, hembra. Imagen de barrido de electrones.

P. kolymaensis, hembra. Imagen de barrido de electrones. / Alexei V. Tchesunov and Anastasia Shatilovich / Institute of Physicochemical and Biological Problems in Soil Science RAS

EMF/Redacción T21

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En el permafrost de Siberia, los investigadores han descubierto un gusano que ha vuelto a la vida después de permanecer congelado durante 46.000 años. Es la persistencia más larga jamás demostrada en nematodos y no se sabe si tiene algún límite temporal.

Un equipo internacional de científicos ha descubierto un gusano que ha sobrevivido durante 46.000 años congelado en el permafrost de Siberia. Se trata de un nematodo, un tipo de gusano microscópico que vive en el suelo y que puede entrar en un estado de latencia cuando las condiciones son extremas.

Los investigadores extrajeron el gusano del núcleo de hielo y lo descongelaron lentamente en el laboratorio. Para su sorpresa, el gusano mostró signos de vida y empezó a moverse y a alimentarse. Según los científicos, se trata del organismo multicelular más antiguo que se ha recuperado con vida después de estar congelado.

El hallazgo es importante porque demuestra la capacidad de supervivencia de algunos seres vivos ante condiciones extremas y porque abre la posibilidad de estudiar la evolución y la adaptación de estos organismos a lo largo del tiempo. Además, plantea interrogantes sobre la posibilidad de encontrar vida en otros planetas con climas fríos o sobre la conservación de material genético en el hielo, según se informa en un comunicado.

En una madriguera

El gusano pertenece a una nueva especie de nematodo llamada Panagrolaimus kolymaensis. Los científicos lo descubrieron dentro de una madriguera fosilizada de una ardilla que fue extraída del permafrost cerca del río Kolyma, uno de los grandes ríos de Rusia localizado en el noreste de Siberia, en 2002. Los científicos resucitaron al gusano congelado en 2018, pero su edad y su especie permanecieron inciertas hasta ahora.

Para determinar la edad del gusano, los investigadores analizaron el carbono radiactivo del núcleo de hielo donde se encontraba y lo compararon con otros núcleos de hielo datados. Así, estimaron que el gusano entró en estado de latencia en el Pleistoceno tardío (hace entre 2,6 millones y 11.700 años), una época que incluyó la última glaciación.

Secuencia genética

Para identificar la especie del gusano, los investigadores secuenciaron su genoma y lo compararon con el de otros nematodos conocidos, especialmente con el de Caenorhabditis elegans, un gusano redondo que fue el primer organismo multicelular en tener su genoma completo secuenciado. De esta forma descubrieron que el gusano congelado tenía características genéticas únicas que lo diferenciaban de otras especies de nematodos.

Los nematodos son unos de los organismos más abundantes y diversos del planeta, que habitan en el suelo, el agua y el fondo oceánico. Algunos nematodos pueden entrar en un estado de dormancia, un proceso metabólico llamado criptobiosis (suspensión de los procesos metabólicos), en respuesta a ser congelados o extremadamente deshidratados, y también entrar en estados intermedios conocidos como criobiosis y anhidrobiosis, respectivamente. En ambos casos, los gusanos reducen su consumo de oxígeno y la cantidad de calor producido por los procesos metabólicos a niveles indetectables.

Récord biológico

El gusano congelado es el caso más antiguo registrado de criptobiosis en nematodos, superando por decenas de miles de años a otros casos previos. Hasta ahora, las especies de nematodos antárticos Plectus murrayi y un espécimen de Tylenchus polyhypnus tenían este récord; el primero estuvo congelado en musgo durante 25,5 años y el segundo deshidratado en un espécimen de herbario durante 39 años, destacan los autores de esta investigación en el artículo que publican en la revista PLOS Genetics.

Otros ejemplos espectaculares de criptobiosis a largo plazo incluyen una espora de Bacillus que se conservó en el abdomen de abejas enterradas en ámbar durante 25 a 40 millones de años, y una semilla de loto de 1.000 a 1.500 años de antigüedad, encontrada en un lago antiguo, que posteriormente fue capaz de germinar.

En 2021, unos investigadores anunciaron asimismo que habían resucitado antiguos rotíferos bdelloides, animales multicelulares microscópicos, después de 24.000 años congelados en el permafrost siberiano.

El estudio realizado ahora abre nuevas perspectivas para comprender la biología y la ecología de los nematodos antiguos y actuales, así como para explorar las posibilidades de la criopreservación y la criogenia en otros organismos, incluidos los humanos, enfatizan los investigadores.

El secreto de la eternidad

Una intensa investigación durante la última década ha demostrado que el permafrost, formado por sedimentos permanentemente congelados, contiene un conjunto de ecosistemas únicos que preservan formas de vida a temperaturas bajo cero durante miles de años.

El estudio de Panagrolaimus kolymaensis ha determinado ahora que su extraordinaria capacidad de mantener latencia de vida durante periodos incluso geológicos se debe a que continuamente produce un azúcar protector (trehalosa), utilizada también por algunos insectos y tardígrados como protección celular contra el daño por heladas y la deshidratación.

Sin embargo, esta investigación no ha podido aclarar si hay un límite en cuanto a la duración de esta capacidad, que solo estaría condicionada por cambios drásticos en el medio ambiente, como fuertes fluctuaciones en la temperatura ambiente, radiactividad u otros factores abióticos, según los autores de esta investigación.

Referencia

A novel nematode species from the Siberian permafrost shares adaptive mechanisms for cryptobiotic survival with C. elegans dauer larva. Anastasia Shatilovich et al. PLOS GENETICS, July 27, 2023. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1010798