Misión JUICE

La ESA desvelará si hay vida en Júpiter o en sus lunas

La sonda JUICE de la ESA tardará ocho años en llegar al planeta más grande del sistema solar y sus satélites

JUICE ante las lunas de Júpiter.

JUICE ante las lunas de Júpiter. / ESA

Redacción T21

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

JUICE, la misión interplanetaria más importante de la ESA, se dirige al planeta más grande del Sistema Solar para detectar indicios de vida en Júpiter o en tres de sus misteriosas lunas heladas. Se sospecha que la radiación y los océanos subterráneos crean condiciones favorables para la vida microbiana.

La nave espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA), denominada Jupiter Ic y Moons Explorer (JUICE), está ya camino de Júpiter después de despegar ayer con éxito del puerto espacial europeo en Kourou sobre un vehículo de lanzamiento Ariane 5.

Esta es la novena misión espacial terrestre a Júpiter, después de las ocho previas realizadas por la NASA desde 1973. China y Rusia planean también acercarse a Júpiter en 2030.

JUICE pasará ocho años en su camino hacia el planeta más grande del Sistema Solar, donde observará de cerca sus misteriosas lunas heladas.

Una vez que llegue a Júpiter, que está ahora a unos 900 millones de kilómetros de la Tierra, la nave espacial entrará en una órbita alrededor del gigante gaseoso y realizará un total de 35 sobrevuelos cercanos a las lunas heladas, una misión que le ocupará desde julio de 2031 hasta noviembre de 2034.

Horizonte 2034

Después de eso, las cosas volverán a ponerse emocionantes. En diciembre de 2034, por primera vez, una nave espacial dejará de orbitar otro planeta y pasará a orbitar sus lunas.

La sonda visitará Calisto, el cuerpo con más cráteres del Sistema Solar, y sobrevolará dos veces la luna Europa, midiendo por primera vez el espesor de la capa de hielo que la cubre, y analizando posibles lugares para el aterrizaje de futuras misiones de exploración in situ.

Finalmente, JUICE entrará en órbita a Ganimedes en el año 2032, donde estudiará el hielo de su superficie, su estructura interna y su océano subterráneo.

Ganimedes es la única luna del Sistema Solar con campo magnético propio, por lo que JUICE estudiará también cómo interactúa este campo y el plasma con la magnetosfera de Júpiter.

Referente cósmico

En la parte final de este viaje, JUICE impactará en 2035 en la superficie Ganimedes y pondrá término a su misión. Nunca volverá a la Tierra.

Júpiter y sus lunas heladas no solo son una parte importante del Sistema Solar, sino que también pueden ayudar a los científicos a aprender más sobre el entorno que rodea a otras estrellas.

Ya se han descubierto miles de planetas extrasolares (exoplanetas). Muchos de estos mundos distantes son gigantes gaseosos como Júpiter. Están demasiado lejos para enviar naves espaciales para explorarlos, pero al estudiar a Júpiter, se pueden sacar conclusiones sobre cómo serán estos mundos.

¿Vida extraterrestre futura?

Al igual que la Tierra, Júpiter tiene un núcleo giratorio de metal líquido que genera un campo magnético. Cuando partículas cargadas, como electrones y protones, entran en este campo, quedan atrapadas en su interior y son aceleradas a lo largo de trayectorias en espiral alrededor del planeta.

Esta aceleración es muchas veces más fuerte que en la Tierra, lo que da como resultado una radiación de sincrotrón de alta energía, una forma especial de rayos X.

Los cinturones de radiación de Júpiter se extienden varios millones de kilómetros en el espacio: las densidades y velocidades de partículas más altas alrededor del gigante gaseoso se han registrado en un radio de alrededor de 670 000 kilómetros, dentro de la órbita de la luna Europa.

Especulaciones sobre posible vida

A primera vista, puede parecer paradójico que una luna como Europa, viajando a lo largo de unos 780 millones de kilómetros del Sol en una zona de muerte tan irreal y helada, se considere un hábitat potencial para la vida extraterrestre.

Sin embargo, aunque la radiación imposibilita la vida en la superficie de Europa, podría provocar reacciones químicas a través de interacciones con la capa de hielo, que a su vez serviría como combustible para la vida. La radiación letal proporcionaría así indirectamente energía para la vida microbiana, sin fotosíntesis ni presencia de fumarolas hidrotermales.

Por todo ello, los datos recopilados durante misiones anteriores y de observaciones realizadas desde la Tierra han dado lugar a numerosas especulaciones y cálculos sobre la existencia de vida en las lunas de Júpiter, una incógnita que esta sonda espacial de la ESA podría desvelar.

JUICE ayudará a comprender mejor el complejo sistema de Júpiter. No se trata tanto de encontrar vida, como de comprender mejor el entorno para determinar si es un hábitat posible o imposible para la vida, ya sea pasada, presente o futura.

Viaje apasionante

Aunque muchos de los instrumentos incluidos en JUICE permanecerán apagados durante el viaje de ocho años, la sonda también tiene trabajo que hacer durante el viaje: medir la radiación dentro del sistema solar y determinar cómo se relaciona con la actividad solar.

Entre Venus y Júpiter, determinará los espectros de partículas y sus dosis en el espacio y, por lo tanto, mapeará un parámetro importante para el llamado clima espacial en esta región.

El Sol arroja constantemente partículas al espacio que no solo pueden causar daños por radiación a los satélites, sino también perturbar el campo magnético de la Tierra. Las fluctuaciones de estas corrientes pueden provocar tensiones excesivamente altas en las redes eléctricas y, por tanto, apagones.

Ciclo solar

La actividad del Sol sigue un ciclo regular de unos once años, durante el cual fluctúa entre un período de reposo y una fase de tormentas solares más frecuentes.

JUICE ayudará a comprender mejor estas actividades y cómo influyen en nuestro planeta y futuras misiones, como una posible misión tripulada a Marte.

Por eso, a diferencia de expediciones similares, la misión JUICE se lleva a cabo durante el llamado máximo solar, es decir, un período de alta actividad solar como el que se está produciendo ahora.

(Esta información ha sido elaborada con documentación publicada por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y el Instituto Paul Scherrer (PSI) sobre la primera misión de la ESA a Júpiter y sus lunas).