Tecnología espacial

Rotundo éxito de la misión espacial europea en una cueva de Lanzarote

Tres robots heterogéneos se han coordinado para explorar un entorno lunar en la isla de los volcanes

Momento de la exploración robótica de la cueva lanzaroteña, similar a una cueva lunar.

Momento de la exploración robótica de la cueva lanzaroteña, similar a una cueva lunar. / DFKI.

Redacción T21

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La misión robótica desarrollada en una cueva volcánica de Lanzarote entre enero y febrero pasado ha confirmado las capacidades europeas en exploración espacial y acercado las posibilidades de una misión lunar real por parte de agencias de la UE.

La isla de Lanzarote ha permitido demostrar las capacidades europeas en robótica espacial, así como cruzar los límites existentes en estas tecnologías y sentar las bases para el futuro de las misiones espaciales.

Así resumen los científicos los resultados obtenidos de la misión europea desarrollada en la isla de los volcanes desde el 21 de enero hasta el 11 de febrero de 2023.

En el marco del proyecto CoRob-X, financiado por la Comisión Europea y coordinado por el DFKI Robotics Innovation Center de Alemania, desde marzo de 2021 nueve socios europeos han estado investigando un ambicioso concepto de exploración basado en la cooperación de sistemas robóticos heterogéneos.

CoRob-X se centra en probar y validar tecnologías que se utilizarán en futuras misiones espaciales.  Gracias a sus extensos túneles de lava, Lanzarote ofrece condiciones ideales en un entorno realista de exploración lunar.

Prueba de campo en Lanzarote

Después de casi dos años de intenso trabajo previo de investigación y desarrollo, así como de varias semanas de actividades de integración el pasado mes de septiembre en DFKI en Bremen, unos 25 miembros del proyecto viajaron a Lanzarote para poner a prueba la funcionalidad de sus tecnologías en extensas pruebas de campo.

Se utilizaron los dos robots DFKI "SherpaTT" y "Coyote III", así como el robot "LUVMI-X" proporcionados por la empresa belga Space Applications Services NV/SA.

El equipo del proyecto instaló sus tiendas de campaña en el municipio de Haría, justo al lado de la entrada de una cueva de lava, un agujero de aproximadamente cinco metros de ancho en el suelo volcánico que permitía el acceso a la cueva de aproximadamente cuatro metros de profundidad: el lugar perfecto para colocar ampliamente los componentes y sistemas y llevar a cabo las fases individuales de la misión.

Las pruebas de tres semanas en Lanzarote concluyeron con la presentación de resultados de la misión frente a visitantes externos, incluidos representantes de la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), el Centro para el Desarrollo Tecnológico español Industrial (CDTI) y el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) francés.

Éxito tecnológico

En la segunda etapa, LUVMI-X llevó el cubo sensor a través de la claraboya hacia el interior de la cueva. Para simular las velocidades de caída lunar, se utilizó un cabrestante eléctrico y un cable para bajar el cubo. Los datos registrados en el proceso proporcionaron un mapa 3D preciso de la entrada de la cueva.

El objetivo de la tercera fase de la misión era llegar al interior de la cueva bajando al Coyote III, lo que constituyó una proeza tecnológica delicada.

Una vez abajo, comenzó la cuarta y última fase de la misión: Coyote III exploró el terreno desconocido y creó con éxito un mapa del entorno de la cueva.

Valoración positiva

Las valoraciones de la misión europea en Lanzarote han sido altamente positivas. Christos Ampatzis, jefe de la Sección de Tecnologías Espaciales de la Agencia Ejecutiva Digital y de Salud de la Comisión Europea (HADEA), considera que el proyecto no solo ha permitido demostrar las capacidades europeas en robótica espacial, sino también trascender las limitaciones tecnológicas existentes hasta ahora y sentar las bases para el futuro. misiones espaciales, según se informa en un comunicado.

Por su parte, el Dr. Thomas Vögele, coordinador del proyecto en DFKI, describió la misión en Lanzarote como "un verdadero desafío, tanto para los investigadores como para los robots. La exploración de una cueva de lava con tres rovers autónomos no se había demostrado de esta forma antes de CoRob-X. Nosotros hemos demostrado que es posible y, con suerte, ahora estamos un paso más cerca de una misión lunar real", concluye el experto alemán.