Nueve temporadas en La 2

Eduardo Sáenz de Cabezón, el matemático que iba para cura y enseña ciencia en 'Órbita Laika'

'Órbita Laika' celebra sus 100 ediciones con un especial

'Órbita Laika' vuelve a TVE con nuevo presentador

Las 10 series que no te puedes perder este octubre

Eduardo Sáenz de Cabezón, presentador de 'Órbita Laika'

Eduardo Sáenz de Cabezón, presentador de 'Órbita Laika' / RTVE

Marisa de Dios

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Eduardo Sáenz de Cabezón es matemático, monologuista, profesor en la Universidad de La Rioja y, desde 2019, presentador de 'Órbita Laika', el programa de ciencia de La 2 (los martes, 22.00 horas), producido por RTVE en colaboración con K 2000 (The Mediapro Studio). El espacio, creado por José Antonio Pérez Ledo (que ha trabajado como guionista de 'Buenafuente' y 'El hormiguero'), acaba de estrenar su novena temporada cumpliendo 100 programas y demostrando que la divulgación y el conocimiento también tienen cabida en la televisión de hoy en día. A Sáenz de Cabezón le precedieron como anfitriones del 'show' Ángel Martín y Goyo Jiménez.

Felicidades. No es habitual que un programa de ciencia esté en antena nueve temporadas.

No es habitual, pero dice mucho no solo de cómo hacemos tele, sino también de cómo vemos la tele, de lo que nos intereresa, porque hay gente que ha sido fiel durante tanto tiempo.

¿Cuál es el secreto de la longevidad del programa?

Yo creo que hay dos cosas. La primera, que en la sociedad española ha crecido mucho el interés por la ciencia en los últimos 10 o 15 años. Hay un cierto tipo de formato científico que nos está interesando más, y 'Órbita Laika' sería uno de los representantes de ese estilo de programa que acerca la ciencia a un público muy general que, en principio, no tiene por qué tener ni formación ni un interés previo por el tema.

¿Y el segundo?

Que apostamos por una ciencia que se puede mostrar de una forma que aproveche todo el lenguaje televisivo. En este caso hablamos de 'show', de un espectáculo científico.

¿Es un programa que solo se puede permitir la televisión pública?

No, por supuesto que se lo pueden permitir otras cadenas. La cuestión es qué prioridades tienen. Hay otros elementos de ciencia en otras televisiones privadas, pero yo creo que no se atreven a dar el salto.

Dice que en los últimos años hay mayor interés por la ciencia, ¿pero es consciente de que hay mucha gente que todavía le da miedo?

Sí, tenemos un ambiente en el que existe ese tipo de creencias: que es muy difícil, para gente muy inteligente, que se nos da mal... Pero tenemos mucha más capacidad para las ciencias y para entender las cosas de lo que nos parece. Si uno se abstrae de eso, entonces ve que le interesa. Yo he tenido encuentros con gente de muchos tipos que me hace ver que la ciencia también encuentra el camino de contacto con las personas a través de lo emocional.

Parece contradictorio.

Sí, pero es así. Uno puede sentirse tocado por cómo los científicos descubren los más minúsculos principios de la vida, lo que nos hace ser humanos, y otros están descubriendo las fronteras del espacio. Y aunque no sepas la parte técnica de todo eso, te puede tocar porque las personas estamos llamadas por el misterio, y la ciencia toca mucho esa parte del misterio.

¿Sabe si han estimulado muchas vocaciones científicas gracias a 'Órbita Laika'?

Los científicos nos ponemos muy prudentes con estas cosas porque no sé si se puede cuantificar, pero yo diría que sí. Sobre todo, por los testimonios que recibo de gente que se me acerca y me dice que el programa les ha motivado a dirigirse hacia las ciencias. También hay muchos profesores que utilizan 'Órbita Laika' en clase.

Usted es matemático, pero también estudió teología, a los 19 años iba para cura. ¿Por qué cambió?

Entré en el seminario a estudiar teología para discernir si ese era mi estilo de vida. En mi caso vi que no, pero no fue por ningún desengaño o por ninguna decepción. Simplemente vi que no era el camino que iba a seguir y seguí por otro.

En principio parece que las matemáticas y la teología, ciencia y religión, son conceptos bastante incompatibles.

Es verdad que son dos formas de acercarse a la realidad como muy distintas. A mí me gusta mucho un libro que se llama 'El pensador intruso', de Jorge Wagensberg, que dice que todo acercamiento a la realidad es multidisciplinar. Él da el acercamiento del arte, el de la ciencia y el de la creencia. Yo creo que los tres son complementarios y tienen su papel. Otra cosa es que yo, para explicar el mundo o entender cómo funcionan las cosas, voy a usar la ciencia.

'El hormiguero' también tiene un apartado de ciencia. ¿Qué opina de él?

Hace tiempo que no lo veo, pero me parece que el programa tiene la gran virtud de apelar a la curiosidad y el interés por la ciencia en un público masivo. Su objetivo no es explicar cómo funcionan las cosas, sino más bien mostrarlas, pero lo entiendo por el tipo de formato que tiene y el tiempo que puede dedicarle a esa sección. Por ejemplo, en 'El hormiguero' si sacan un láser van a hacer arder algo y será un espectáculo, y en 'Órbita Laika' te vamos a contar por qué ocurre eso. Pero estoy muy a favor de lo que hace 'El hormiguero' en ciencia.

¿Hay algún programa de televisión de su infancia que despertara su vocación por las matemáticas y las ciencias?

De pequeño no tenía mucha pasión por las matemáticas o las ciencias. De adolescente me gustaba estudiar de todo: literatura, física, mi asignatura preferida era educación física... Veía 'El hombre y la tierra', donde Félix Rodríguez de la Fuente te mostraba la vida íntima de los animales y te explicaba lo que estaba pasando. Con el tiempo he entendido que ese programa me hizo ver que el conocimiento te puede hacer disfrutar más de las cosas. Otro espacio que no era un programa de ciencia pero tenía un rollo parecido era 'La bola de cristal'. Me parece que tenía un ambiente de ciencia ficción futurista y revolucionario que me imbuyó también ese gusto por el conocimiento.