Espacio de éxito

‘Crims’: las claves del ‘true crime’ que ha convertido a Carles Porta en un "icono pop"

Responsables del programa de TV-3, del pódcast de Catalunya Ràdio y de la exposición del Palau Robert analizan el fenómeno multimedia que triunfa en diferentes formatos

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Inés Álvarez

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Surgió como un pódcast, pasó luego a la tele y ahora triunfa como exposición. El fenómeno ‘Crims’ no tiene límites y ha convertido a su creador, el periodista Carles Porta, en “un icono pop”. Porque su forma de abordar un tema tan delicado como los crímenes, rigiéndose siempre por el principios de las tres erres --rigor informativo, respeto y ritmo narrativo--, busca evitar el amarillismo y generar más morbo del que ya despiertan este tipo de delitos, peligros en los que pueden caer los formatos de este género.

Las cifras son significativas: el pódcast de Catalunya Ràdio, el que nació de una propuesta del propio Porta de hacer algo tras aquel ’30 minuts’ sobre el caso de Tort que dio contenido a un libro, ha alcanzado los 25 millones de reproducciones, entre la web de la emisora y otras plataformas. “Un éxito sin precedentes", asegura Santi Faro, director de l'Àrea Creativa i de Continguts de Catalunya Ràdio, en la mesa redonda celebrada en el Palau Robert para analizar el fenómeno. 

En primera fila: Carles Ortet, Guille Cascante y Santi Faro. Detrás: Anna Punsí y Junajo Sánchez.

En primera fila: Carles Ortet, Guille Cascante y Santi Faro. Detrás: Anna Punsí y Juanjo Sánchez. / TV3

En TV-3, por su parte, la cuota de pantalla se ha ido incrementando en estas cinco temporadas: del 18,2% en la de 2019 al 28% en la de 2022-2023. O sea, de 458.000 a 619.000 telespectadores. “Eso, en la emisión de los lunes por la noche. Porque las reproducciones de los vídeos ya llegan a más de 19 millones”, apunta. La exposición del Palau Robert, que en principio estaba programada para tres meses, pero se tuvo que prorrogar a seis (finaliza el 10 de abril), ha atraído a 140.000 personas. Es decir, 1.000 al día, 35.000 al mes. La más visitada en la historia de ese centro cultural. “Y si siguiera, seguro que serían más”, dice, con orgullo Carles Ortet, su comisario.

Romper la cuarta pared

Las cifras pueden resultar áridas, pero, así como las pistas de un crimen llevan a conocer qué ha pasado, estas dan cuenta de la dimensión del fenómeno. No obstante, al abordar un asesinato entra en juego la emoción, y en el caso de 'Crims', la que provoca entre sus fans es tal que lo ha convertido en adictivo. De ahí el éxito de la exposición, pese al temor inicial que provocaba romper la cuarta pared: “Hemos tenido que imaginar cómo traducir ‘Crims’ en sonido, imagen y objetos”, explica Ortet.

Y pronto vieron que habían acertado. Incluso al proponer un juego al visitante: “Como habría gente que se sabría todo de ‘Crims’ y no tendría suficiente con la experiencia, creamos el Escape Room”, cuenta. Y, desde, luego que hubo quienes querían más, ya que se llevaron objetos a modo de suvenir. “Han desaparecido las letras de las cortinas, balas, bisturís…”, relata, resignado, el documentalista Juanjo Sánchez.

También descubrieron que en algunos aspectos había que dar marcha atrás: “Cuando lo que ves en 'Crims' lo puedes tocar, impresiona más. Por lo que tuvimos que cambiar cosas, como la sala del asesino y el congelador”. Inicialmente, este estaba abierto, cubierto de huellas, y con bolsas de basura en su interior. Pero pronto vieron que era demasiado impactante. ”No queríamos que aquello fuera el túnel del terror. El congelador no era agradable. Lo cerramos, pero la gente lo abría y, al final, tuvimos que poner un candando”, cuenta Anna Punsí, la directora de Contenidos de True Crime Factory.

Tenían claro que la exposición tenía que ser fiel a la filosofía de la marca ‘Crims’. “Buscamos que el programa entretenga, pero sin enseñar cadáveres. Porta nos pide a los guionistas que no le pongamos sangre en la boca. No se siente cómodo”, asegura Punsí. Esto es: nada de describir en qué estado se encontraba el cadáver. No hace falta para contar un crimen.

En el pódcast, el relato se basa en la forma de narrar, los silencios, la dramatización, la música.... “Para el fomato televisado, en cambio, tuvimos claro que no habría dramatización”, dice Guille Cascante, director de Goroka, la productora. “Es que los actores tendrían que ser muy buenos para que no quedara cutre”, advierte Punsí. “En este formato, el relato se apoya en los planos cortos, la música, las imágenes simbólicas…”, cuenta Cascante.

La selección de casos

¿Y qué hace que un caso (de los 60 homicidios anuales que se produjeron en 2022 en Catalunya) sea atractivo para ‘Crims’? Parten de unas premisas: que haya una representación territorial de Catalunya y también policial, ya que, aunque los Mossos d’Esquadra tienen más competencias, en las investigaciones mostradas también intervino en su momento la Guardia Civil y la Policía Nacional. “Les tenemos que perdonar, porque entonces había menos herramientas”, señala Punsí en alusión a las que fueron un fiasco. “Aunque también hubo casos de desidia”, reconoce. Otro factor determinante es que pueda tener un interés público.

Pese a las críticas iniciales, ‘Crims’ ha demostrado ser útil para socializar el dolor del entorno de las víctimas. Para muchos, el programa ha servido para que no se olvide a la persona asesinada. Para otros, en cambio, les supone reabrir la herida. “La familias son un mundo. Las hay que aún están de duelo; otras no quieren lavar en público la ropa sucia. A todos les planteamos que haremos el programa, no les pedimos permiso. Porque legalmente podemos hacerlo sin su consentimiento”, asegura Punsí, aunque si hay oposición, prefieren pararlo, como el caso de la cocinera de Sils. 

La nueva temporada

El lunes, 20 (22.05) comienza en TV-3 una nueva temporada con seis capítulos. Tres de ellos, dedicados al asesinato del empresario Jordi Comas. “Nunca habíamos contado casos en tres partes, pero es que el tercer programa es una entrevista de Porta con su viuda”, adelanta Cascante. Algo completamente novedoso, como lo es utilizar el cómic para dar imagen a alguien que no quiere aparecer en pantalla. 

En este tiempo, pese a hablar de crímenes, Carles Porta se ha convertido en un personaje que despierta simpatía. “Es un icono pop. Un visionario. En Catalunya es un pionero”, enfatiza Punsí. No obstante, el periodista no quiere asumir tareas que no le corresponden. Y es que pese a que gracias al programa se ha descubierto, 30 años después, la identidad de la chica de Port Bou y se ha reabierto el caso de Helena Jubany, Porta recuerda que ‘Crims’ no tiene ni medios ni tiempo para resolver casos. Vamos, que nadie se piense que es El Zorro Justiciero. Sus superpoderes solo residen en una dedicación obsesiva y trabajo, mucho trabajo, Y los emplea, simplemente, en dar luz a la oscuridad. Que no es poco.