Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Las presiones a los periodistas mejor explícalas tú

Samanta Villar y Gabriel Rufián.

Samanta Villar y Gabriel Rufián.

Ferran Monegal

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Se ha producido una suave excitación en la zona del periodismo político televisivo tras la conversación de Gabriel Rufián con Samanta Villar en el programa ‘La Fábrica 1931’.

Este es un espacio de diálogos que inauguró Rufián hace quizá tres años y que cuelga en You Tube. Ahora también se cobija en 8TV los domingos.Tiene un éxito de audiencia muy modesto, pero seguramente para Rufián es muy gratificante porque él forma parte de esta nueva generación de políticos a los que tener un programa --su programa-- de tele, o en ‘streaming’, les subyuga, les estimula el ego y les pirra mucho.

La suave excitación que les decía la ha producido un momento de la conversación con Samanta en la que ella se quejaba y decía: «No es normal que Évole no tenga programa en TV-3. Lo ha intentado..., pero no. Y ahí, en TV-3, estais vosotros». O sea, toma nota, Rufián, porque tu partido, que es ERC, manda en TV-3. Ese fue el aviso de Samanta, añadiendo: «La gente debe conocer que el Gobierno da el negocio de los programas de la TV pública a las productoras amigas».

Hombre, celebro que Samanta coincida con lo que llevo escribiendo hace años en esta columna: el reparto del dinero público a los amiguitos. Los gobiernos de turno favorecen a productoras de su cuerda política, y de su círculo de negocio, el llamado ‘sector business’ del partido. A veces incluso se firman contratos sin que importe la calidad del programa contratado: se trata básicamente de que la productora amiga facture.

De este encuentro fue también interesante cuando hablaron de las presiones políticas a los periodistas. Contaba Samanta –que ahora está en ‘A media mañana’ de Radio Nacional– que los jefes de comunicación de los políticos no soportan las entrevistas incisivas. «Una vez llamó uno y me dijo ‘Eso no ha sido una entrevista, ¡ha sido una encerrona!’». ¡Ah! Creyó entonces Rufián haber encontrado una vía petrolífera y preguntó derivando la cuestión hacia Madrid: «¿Presiones del equipo de comunicación de la Moncloa?». Y Samanta, mirándole con ternura, contestó: «¡Explícamelo tú, mejor que yo! Vosotros sois los que teneis asesores que se dedican a llamar».

¡Ahh! No se aflija Rufián por el revolcón sufrido. Las perdigonadas de Samanta le han dado a su programa un plus de polémica y de visibilidad, valiosísimos.

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