TÚ Y YO SOMOS TRES

Pedro Sánchez, un derrotado; Quim Torra, una delicia

zentauroepp52983953 monegal200331160709

zentauroepp52983953 monegal200331160709 / periodico

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Otra sesión impagable del Tot es mou (TV-3). Ayer decidieron analizar cómo transmiten  "los mandatarios del mundo" la crisis del coronavirus a la ciudadania en sus alocuciones públicas.  Y compararon a SánchezTrudeau y Torra. O sea, pongamos por caso tres países: España, Canadá y Catalunya. ¡Ahh! Fue un análisis pintoresquísimo.

El objeto de su estudio no era examinar lo que dicen sobre la crisis, sinó cómo lo dicen. Es decir, una analítica sobre los gestos, el tono, el rictus, las muecas que puedan hacer, eso que se conoce como el lenguaje no verbal de los políticos.

Llegaron a conclusiones magníficas. Comenzaron por Pedro Sánchez, visionando sus últimas apariciones informando sobre el coronavirus. Decían en Tot es mou"¿Moral de victoria con esa cara?  Se le ve superado por las circustancias. Su cara parece una derrota. Transmite frustación en lugar de serenidad". En definitiva, un Sánchez que como comunicador irradia abatimiento; vamos, una birria.

Pasaron luego a examinar a Justin Trudeau. Ahí hubo también consenso, pero en otro sentido, muy positivo: "Transmite felicidad. Se le ve agradecido. Comunica desde su domicilio, dando ejemplo de aislamiento". ¡Ah! Gustaba Trudeau en el Tot es mou. Le miraban con admiración y cariño.

Pero el momento de mayor euforia, el instante de satisfacción más intensa, fue cuando pasaron a examinar a Quim Torra. Fue muy bonito. Curiosamente en su caso no analizaron ninguna de sus alocuciones sobre el coronavirus. Eligieron aquel programa tan simpático y entretenido (les hablé de él aquí el pasado día 22) aquella edición del Info K (TV-3) en la que el president contestó las preguntas de los niños.

¡Ah! Consideraron que la imagen de Torra con los niños fue una verdadera delicia. Qué diferencia con la del derrotado Sánchez. Decían de Torra con vibrante emoción: "¡Empatiza con los niños, cosa que es muy difícil! ¡Gran naturalidad! ¡Es muy espontáneo! Y no está leyendo como hace Sánchez, ¡no le hace falta consultar apuntes!". ¡Ahh! Qué alegría sobrevolaba aquel plató ante sus pintorescas analíticas. Hombre, llegados a este punto aconsejo que cuando pase esta crisis alguna nostrada autoridad imponga al Tot es mou algún premio con prestigio. No se si existe todavía el galardón Colla pessigolla pensió vitalícia. Sería una recompensa merecida.