Dar la noticia escondiéndola

Los nuevos directivos de TVE, recién colocados por el Gobierno del PP, ya se están ganando el sueldo. Acaban de impulsar una martingala informativa sobre la Diada la mar de deliciosa. No esperábamos menos. Mientras, todas las cadenas (A-3, Cuatro, La Sexta, naturalmente TV-3, y no cito a T-5, porque esa noche no hizo informativo por el fútbol) abrieron, digo, informando a la ciudadanía española de la gran noticia ocurrida en España ese día: la colosal manifestación independentista de Barcelona. En TVE-1, en cambio, en suTelediarioestrella -elTD-2- los jefes ordenaron arrancar primero con los paseos de Rajoycon el presidente finlandés; como segunda noticia de importancia eligieron la conmemoración del 11-S en Nueva York; la tercera fue otra conexión, esta vez con Berlín, para contarnos un dictamen del Tribunal Constitucional alemán; la cuarta que Portugal dispone de un año más para cumplir el déficit; la quinta la presentación de un informe adicional sobre el caso de los niños de Córdoba; y la sexta, la manifestación de la Diada en Barcelona. O sea, conectaron antes con Estados Unidos y con Alemania, que con el paseo de Gràcia de Barcelona. Hombre, eso no es dar noticia de la Diada, eso es esconderla. O sea, que vuelve el estiloUrdaci, cuando decía«cé-cé-o-o»para tapar, disimular, trapacear, camuflar, el nombre del sindicato Comisiones Obreras. El método es conocido, y su regreso no me sorprende. Para que triunfe este sistema es necesario eliminar primero periodistas con poso, con criterio, gente que difícilmente aceptan camuflar la realidad, y sustituirlos inmediatamente por mimbres más frágiles, que reciten disciplinadamente el guion que otros diseñan. Esto suele siempre conllevar una notable pérdida de credibilidad, o sea, de audiencia -un dato: a la nueva y vistosa criatura que presenta ahora elTelediario 2, la semana pasada, de lunes a viernes, ya se la comió crudaPiqueras-, pero a lo mejor eso es lo que también se pretende: dejar a TVE en situación de ingravidez espumosa, es decir, que vaya perdiendo peso. Es mejor ir colonizando alguna cadena privada potente. Sale mucho más económico.

No es de extrañar que, con este clima, a TVE le saliese la entrevista aRajoyque le salió: una realización pésima y un presidente que en lugar de responder parecía imitar a aquel personaje deLa del manojo de rosas, aquel que canta:«Hace tiempo que vengo al taller y no se a qué vengo».