Lo que queda del yate de Franco

Ferran MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Era un buen barco, al margen de su tripulante, que pescaba atunes rojos a base de fusilarlos. Nos han enseñado lo que queda de él en un excelente trabajo que nos ha pasadoCuatro. Peinaron las Españas en busca de la simbología franquista que todavía queda por ahí, desperdigada, y en un motel cercano a Burgos encontraron al Azor varado en un descampado. Una voz enoffnos informó:"Es estado ruinoso, sirve de atracción para domingueros",y las cámaras penetraron en su desvencijado interior. ¡Ah! no queda en él ni el timón. Todo ha sido arrancado, hasta las maderas finas que recubrían las mamparas de camarotes y estancias. Y en la caseta de derrota, completamente arrasada, figura en la pared una inscripción, enspraynegro, que pone:"Fachas al paredón".Hombre, como metáfora tiene su retranca. Sería hermoso pensar que este Azor varado en tierra ha sido desballestado por una acción popular no salvaje, sino sensatamente meditada. Nos tememos que todo lo arrancado --tras subastarse el yate en 1990-- es el botín de un franquismo enfermizo y nostálgico. Quien sabe, quizá en algún domicilio de España, en el lugar más vistoso y principal de la sala de estar, luce el cañoncillo queFrancomandó comprar en Noruega y colocó en la popa del yate para disparar a cachalotes y cetáceos. Lo tremendo es que hasta puede ser que todavía dispare.

MÒNICA REPRENDE A MADÍ --. Con motivo de la presentación de su libroDemocracia a sang freda,David Madí, uno de los políticos más influyentes del entorno deArtur Mas, estuvo enLa nit al día(TV-3). ¡Ah!Mònica Terribas, en este tipo de encuentros, siempre nos depara momentos muy guerreros. Le dijo para ir haciendo boca:"Las críticas que hay en su libro serían creíbles si hubiera hecho el esfuerzo de criticar también a ustedes mismos. Artur Mas aparece como un santo varón que jamás ha permitido el juego sucio ni la guerra fría".Y después de este preámbulo,Mònicale lanzó este relicario:"Dígame, ¿usted cómo intoxica, señor Madí?"Y el político, sin perder la sonrisa, pero seguramente rabiando por dentro de forma bárbara, contestó:"Bueno, entre periodistas y políticos siempre hay una negociación permanente".Y fue mucho peor, claro.