Tesla despedirá a más del 10% de su plantilla en todo el mundo tras la caída de las ventas

Tesla tiene serios problemas. El gigante estadounidense de los vehículos eléctricos ha anunciado este lunes que despedirá a más del 10% de su plantilla mundial, que emplea alrededor de 140.000 personas. Así se desprende de un mensaje interno adelantado por el medio especializado Electrek y contrastado por Reuters.

La oleada de despidos en la compañía automovilística de Elon Musk, la mayor del sector por valor de mercado, se debe a una importante caída de las ventas que llega en plena guerra de precios con la competencia, mayoritariamente china.

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Por ahora se desconoce a qué número total de trabajadores afectará ese recorte laboral y de qué equipos, pero en sus últimos resultados anuales, presentados el pasado diciembre, la compañía informó que tenía un total de 140.473 empleados. Se espera que los despidos se efectuen en las próximas semanas. En ese recorte también entra Drew Bagliano, hasta ahora vicepresidente senior de Tesla con 18 años de experiencia.

Caída en bolsa

"A medida que preparamos a la compañía para nuestra próxima fase de crecimiento, es extremadamente importante analizar todos los aspectos de la empresa para reducir costes y aumentar la productividad", ha asegurado Musk, su director ejecutivo, en el citado mensaje interno a los trabajadores. "No hay nada que odie más, pero hay que hacerlo", ha explicado más tarde desde X, la red social bajo su propiedad y anteriormente conocida como Twitter.

La noticia ha sido recibida en los mercados como un signo de debilidad de Tesla. Las acciones del fabricante estadounidense habían caído un 4,75% en el momento de publicarse este artículo.

Malas noticias

Con los recortes anunciados hoy, Tesla culmina una larga acumulación de malas noticias. A principios de mes, la firma automovilística informó que sus entregas mundiales de vehículos en los primeros tres meses de 2024 cayeron por primera vez en cuatro años. Entonces se apuntó a que el recorte de precios no fue suficiente para estimular la demanda. En enero también anunció una ralentización en el crecimiento de sus ventas.

Esa desaceleración se debe principalmente a dos factores. Por un lado, los elevados tipos de interés han hecho que haya menos interés en adquirir los coches de Tesla, que para muchos siguen siendo demasiado caros. Sus rivales en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, han aprovechado ese escenario para lanzar modelos más baratos que ocupan una posición cada vez más relevante. El año pasado, la compañía de Musk perdió el liderazgo mundial al ser adelantada por el fabricante chino BYD, que logró producir 3,02 millones de vehículos eléctricos frente a los 1,81 millones de Tesla.

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Tesla anunció que produciría un coche más asequible, el Model 2, cuyo precio debía rondar los 25.000 dólares. Los inversores contaban con él para tratar así de popularizarlo sin apelar a los usuarios más ricos. Sin embargo, la compañía ha abandonado esos planes y, en su lugar, ha anunciado a bombo y platillo que quiere centrarse en construir un hipotético robotaxi, un coche autónomo que pueda operar sin necesitar un conductor.

Tesla presenta sus resultados trimestrales el próximo martes 23 de abril. A la feroz competencia se le suma también que los recortes de precios han reducido sus márgenes de beneficios. Así, en el último trimestre del año pasado registró un margen bruto del 17,6%, sus cifras más bajas en cuatro años. El panorama no es para nada halagüeño.