Tras la decisión de Mercadona

Tomás Pascual: "Somos conscientes de que no estamos en los lineales suficientes por el auge de la marca blanca"

El presidente de Calidad Pascual asegura que son "una empresa marquista", aunque han fabricado para terceros y alguna vez para algún retailer

El presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual.

El presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual.

Paula Blanco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace un mes, Mercadona decidió sacar de sus lineales Leche Pascual, entre otras marcas, salvo en los establecimientos de Burgos y Segovia. Los supermercados de Juan Roig explicaron en su momento que se debía al alza de los precios que habían realizado muchas compañías del sector, aunque también es para potenciar su marca blanca Hacendado. Y Calidad Pascual es consciente de su desaparición en el supermercado que tiene una cuota de mercado del 26,2%. "No estamos en los lineales suficientes", lamentó el presidente de la compañía, Tomás Pascual, por el auge de la marca del distribuidor, pero insistió que "si alguien no quiere que estemos, estaremos en otros". Al final, Pascual ha asegurado que "no tiene que ser una pelea entre la industria y el retail, tiene que ser una colaboración". Carrefour y Dia son otros supermercados que han declarado la guerra a distintas marcas, como PepsiCo, las patatas Lay's o los aperitivos Doritos.

La marca blanca es una realidad, aunque a Calidad Pascual solo le preocupa en mercados más maduros. Eso sí, la empresa familiar no se plantea hacer una propia: "Nosotros somos una empresa marquista y vamos a apostar siempre por la marca", apuntó su presidente durante un encuentro con periodistas. Aun así, es cierto que han fabricado para otras marcas "y alguna vez para algún 'retailer'" por cuestión de volumen y de eficiencia de costes. En cuanto al coste de sus productos, Pascual aseguró que "aguantamos mucho los precios para ser muy competitivos" y que "la estabilidad de ahora permite normalidad de promociones", aunque parten de una situación de costes muy superior a la registrada en 2021. "Las empresas tenemos que ganar agilidad para dar respuesta a las circunstancias", agregó.

La compañía, cuyo accionariado pertenece enteramente a la familia Pascual sin intención de abrirse a personas externas, se enfrenta a un gran reto: la caída del consumo de leche. Este cambio de hábitos se debe en su mayor parte a que "cada vez hay menos niños", los principales consumidores de este producto, además de otros motivos, como el gusto y el veganismo. Y por el momento, las exportaciones son muy pequeñas. Para paliar la reducción del consumo de leche, invierten en comprar empresas y fondos de comercio de café, una estrategia que se remonta a 2010, cuando adquirieron Caffè Mocay por 33 millones de euros, y también inyectan 25 millones de euros cada año en modernizar las líneas de producción y garantizar la calidad de sus productos. Por otra parte, en un contexto de sequía, la empresa propietaria de la marca de agua mineral Bezoya explica que están preocupados por este fenómeno, si bien no afecta a su actividad. "Las aguas minerales son subterráneas y son ciclos muy largos de medida, no son tan volátiles como los superficiales", aseguró el presidente de Calidad Pascual, que ha recordado que el sector embotellador de este bien tan preciado solo utiliza el 0,03% del total.

Impulsar la marca Bezoya

En el año de su 50 aniversario, Bezoya aspira a crecer un 5% en 2023 tras facturar cerca de 140 millones de euros y obtener un volumen total superior a los 540 millones de litros. Actualmente, cuentan con dos manantiales en la provincia de Segovia, uno en Ortigosa del Monte y otro en Trescasas. La marca de agua mineral es ya el 20% de la facturación de Calidad Pascual y genera un impacto socioeconómico que asciende a 187 millones de euros a lo largo de su cadena de valor. Su auge se explica porque "se consume más agua por el mayor número de población" y también "por motivos de salud", explicó el director del Negocio de Bebidas de Pascual, Juan Luis González. La planta principal se sitúa en Ortigosa del Monte, donde embotellan agua en botellas de 5 litros, de 1,5 litros y en tetra briks de medio litro. En total, envasan unos 600 millones de litros al año, aunque su capacidad máxima asciende a 800 millones.

Bezoya se convirtió en una de las primeras marcas de agua mineral en utilizar plástico reciclado (rPET) a partir del año 2012, y este año, con motivo de su medio siglo recién cumplido, han lanzado una botella hecha de otras. El plástico procede de la empresa toledana Plastipak para elaborar las botellas de 1.5 litros y los residuos se los entregan a un intermediario para que reutilice este material. El 75% de sus ventas se concentran en el arco mediterráneo, en el Levante y en el centro de Madrid, mientras que el 96% de sus proveedores proceden de España.