Vídeo | La Policía Local de Porriño salva la vida de una bebé que no respiraba

La Policía Local de Porriño (Pontevedra) ha sido fundamental para salvar una nueva vida; en esta ocasión la de una bebé de cerca de dos años de edad. Sucedió en la noche del lunes, cuando los padres de la pequeña irrumpieron en dependencias policiales con la niña en brazos porque no podía respirar. Gracias a la labor de los agentes, que le practicaron las maniobras básicas de primeros auxilios, consiguieron que la bebé reaccionara.

Al no haber una ambulancia disponible en ese momento y comprobar que la pequeña volvía a quedar sin aire, los agentes la desplazaron de urgencia junto a sus padres al centro de salud, mientras uno de ellos continuaba realizándole las maniobras de primeros auxilios. De camino, la niña logró expulsar las secreciones que le impedían respirar.

Segundo caso similar en la zona en pocos días

Sólo tres días antes, dos de los agentes de la Policía Local de Pontevedra habían sido clave para salvar la vida de una niña de corta edad que presentaba un estado crítico y a la que los agentes realizaron una maniobra de reanimación. Los agentes, tras atender el pasado sábado a esta menor de 21 meses la trasladaron al Hospital Provincial en estado "muy grave", ya que no reaccionaba a estímulos por la elevada fiebre. La menor logró salir adelante.

Según el informe policial, Fue alrededor de las 05,30 horas del sábado, cuando los agentes observaron un coche que circulaba a gran velocidad en las inmediaciones de Ponte dos Tirantes, que terminó deteniéndose frente a la Jefatura.

De él bajó una mujer "muy alterada" gritando que su hija "estaba muerta". Se trataba de una bebé de 21 meses que no reaccionaba a estímulos pero sí tenía pulso.

Ante tal situación, los agentes cogieron a la niña y la trasladaron a urgencias, mientras le realizaban maniobras de reanimación. Una vez en el hospital, los facultativos fueron capaces de reanimarla.

El Ayuntamiento ha señalado que los agentes permanecieron en el hospital hasta que la niña consiguió estabilizarse y llegaron al hospital la madre y la abuela que estaban en la Jefatura en estado de ansiedad. Según relataron a los policías, la niña presentó un cuadro febril en la tarde anterior que se agravó durante la noche. Cuando pasaron por las cercanías de la Jefatura de la Policía Local, vieron las luces de un coche patrulla y pararon pidiendo ayuda.