Finanzas

Contra el sobreendeudamiento, planificación financiera

Juan Massana, responsable de Banco Mediolanum en Zona Noreste e Islas.

Juan Massana, responsable de Banco Mediolanum en Zona Noreste e Islas. / MEDIOLANUM

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Aunque la subida de los tipos de interés ha frenado la demanda de hipotecas, el crédito al consumo está al alza desde el pasado enero. Ya sea por el encarecimiento de las cuotas hipotecarias, por la subida de la cesta de la compra o por la inflación en general, la capacidad de ahorro de los consumidores se ha visto mermada.

Según datos del Banco de España, durante el primer trimestre de 2024, la solicitud de préstamos personales a entidades bancarias creció un 24% respecto al año 2023, a pesar de que el coste de estos productos está en torno al 8% TAE. Y lo que más llama la atención es que, durante el último año, seis de cada diez usuarios sobreendeudados solicitaron aplazamientos en el pago de las hipotecas o de los suministros del hogar; o utilizaron las tarjetas de crédito asiduamente para saldar deudas o pagar gastos cotidianos del día a día, como la compra en el supermercado o el combustible. Al final, toda esa financiación puede llegar a tener un coste del 20% TAE, lo que resulta desmesurado y excesivo.

Una planificación financiera que nos ayude a afrontar los gastos del día a día y sus posibles imprevistos es fundamental para evitar el sobreendeudamiento. Otros préstamos resultan mucho más caros que una deuda hipotecaria y, a pesar de que pueden resolver el corto plazo, se corre el riesgo de convertir el crédito al consumo en permanente, lo cual es insostenible.

Por ello, lo primero que debemos plantearnos para evitar llegar a estas situaciones es conocer nuestras necesidades diarias y prever gastos que pueden aparecer en determinadas épocas del año, como son las vacaciones, las compras navideñas o los gastos escolares. Por otro lado, es importante tener un segundo horizonte más lejano donde aparezcan nuestros objetivos futuros, que probablemente requieran de un esfuerzo económico mayor y de una planificación financiera más global.

Para llegar a estas metas, no basta con guardar nuestros ahorros en cuentas corrientes ni depósitos bancarios, que ofrecen rentabilidades poco atractivas y por debajo de la inflación, lo que acaba resultando en una pérdida patrimonial. Por ello, la elaboración de un plan estratégico financiero orientado a conseguir nuestros objetivos, teniendo en cuenta nuestro perfil de riesgo y características, es fundamental para llegar a lograrlos.

Es normal que pueda parecernos una tarea complicada si no tenemos el conocimiento o el tiempo necesarios para mantenernos al día, por lo que es importante contar con la figura de un asesor financiero que nos pueda acompañar en el camino y evitar, así, caer en el pozo sin fondo del sobreendeudamiento.