Sucesos

El 'timo de la siembra' para robar a ancianos vulnerables: tirar un billete al suelo y quitarles la tarjeta cuando lo recogen

Cae una banda que cometió más de 12 robos y estafas con este método en tres meses en varias localidades catalanas

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Desarticulado un grupo criminal especializado en robos a gente mayor cuando sacaban dinero de cajeros automáticos

Desarticulado un grupo criminal especializado en robos a gente mayor cuando sacaban dinero de cajeros automáticos / VÍDEO: MOSSOS D'ESQUADRA

Germán González

Germán González

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Es un método específico para personas mayores de 65 años que acuden al cajero automático. Los estafadores los esperan y tras seleccionar la víctima esperan a que saque dinero para ver su número secreto. Después, lanzan un billete de 5 o 10 euros al suelo y justo antes de que el usuario retire la tarjeta le avisan de que se le ha caído. Cuando la persona se agacha para cogerlo del suelo, le roban la tarjeta o la cambian por otra similar.

Este nuevo timo es conocido como la técnica de 'la siembra' y es a lo que se dedicaba una banda organizada desarticulada por los Mossos d'Esquadra. Se aprovechaban de la vulnerabilidad de las víctimas, ya que eran ancianos, para sustraerles la tarjeta con este método. Por eso, la policía ha contado por primera vez con la recién creada Fiscalía de Protección de Víctimas Vulnerables.

Los sospechosos se acercaban a estas personas mayores cuando estaban sacando dinero del cajero, miraban el PIN secreto y después lanzaban un billete al suelo, diciéndole que era suyo. Al agacharse a recogerlo otro ladrón se llevaba la tarjeta. Más tarde la banda la usaba para retirar dinero o hacer compras fraudulentas.

Cuatro detenidos y otro investigado

Los sospechosos usaban identidades falsas y en tres meses cometieron 12 robos con este método, estafando unos 21.000 euros. Según los Mossos, actuaban tan rápido que eran capaces de realizar diferentes extracciones de dinero con la libreta o tarjeta sustraída en el rato que la víctima tardaba en darse cuenta de los hechos. En una ocasión, realizaron seis extracciones consiguiendo 4.173 euros y en otra, 1.000 euros y compras valoradas en 3.586 euros.

El pasado 25 de abril se detuvieron a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres de entre 19 y 63 años, aunque hay un quinto investigado. Están acusados de hurto, estafas bancarias y pertenecer a organización criminal. Los sospechosos, de origen extranjero, tenían facilidad para moverse y actuar en diversas localidades en poco tiempo. En tres meses cometieron 12 robos y estafas en Argentona, Badalona, Hospitalet de Llobregat, Barcelona, Mataró, Girona y Reus.

La investigación comenzó en enero cuando la policía detectó un aumento de estos robos por este timo. Se descubrió que se trataba de la misma banda gracias a las cámaras de seguridad de las entidades bancarias y se identificaron a cinco personas; tres hombres y dos mujeres. Siempre actuaban en grupo y aprovechaban que la víctima, de edad avanzada, retiraba dinero del cajero para ver su PIN y luego tirar un billete al suelo diciéndole que era suyo.

Cuando la víctima se agachaba a cogerlo le quitaban la tarjeta o libreta bancaria del cajero. Casi al momento, los sospechosos se desplazaban a un cajero cercano a extraer dinero y/o realizar compras fraudulentas en establecimientos comerciales. Otros miembros del grupo, que actuaban de forma coordinada, distraían a posibles personas que podían ser testigos de los hechos.

En las entradas y registros de las viviendas de los sospechosos se encontraron 4.000 euros, ropa y complementos que usaban para cometer los robos. La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones. Los sospechosos pasaron a disposición judicial a finales de abril.

Un método muy coordinado

Según los Mossos, el ‘timo de la siembra, necesita mucha habilidad, ya que los ladrones deben actuar de forma coordinada y mecánica en muy poco tiempo y con un perfil de víctima muy particular. Los sospechosos buscaban a la persona adecuada para el robo vigilando oficinas bancarias, tanto fuera como dentro, y actuaban cuando veían que acudía al cajero. Además, otros miembros del grupo distraían a otros clientes y trabajadores del banco para evitar ser detectados y así asegurarse el botín.

Además, los reintegros de la tarjeta de la víctima se producían en cajeros situados junto a donde se encontraba la víctima, lo que demuestra la alta impunidad y experiencia delictiva con la que actuaban los investigados, según Mossos. Cada miembro del grupo tenía un rol específico; uno era el observador del código de seguridad de la libreta o tarjeta de la víctima, otro se encargaba de distraer a la víctima tirando un billete al suelo y después le preguntaba si era suyo, mientras el observador le sustraía la libreta o tarjeta del cajero automático.

Luego este iba a otro cajero próximo o al de al lado y extraía dinero en efectivo con la libreta o tarjeta sustraída y/o realizaba compras en establecimientos comerciales de forma fraudulenta. Otros miembros se dedicaban a vigilar el entorno por no ser detectados e incluso distraían a las personas de alrededor.