Conferencia

Sara García, la primera astronauta española: "Al espacio se va a hacer ciencia para que el mundo vaya mejor"

En una conferencia ha explicado su labor como investigadora oncológica y el proceso de selección de 18 meses por el que pasó para ser elegida por la Agencia Espacial Europea en 2022

Viajar al espacio altera la expresión de los genes de las células blancas y debilita nuestro sistema inmunológico

Sara García.

Sara García. / Toni Escobar

Maite Alvite

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Doctora en Biología Molecular e investigadora oncológica, Sara García Alonso no se había planteado nunca en serio ser astronauta hasta que leyó en un periódico una oferta de trabajo de la Agencia Espacial Europea (ESA) con este llamativo titular: "Se buscan mujeres para ir a Marte". Consciente de que "las oportunidades para convertirse en astronauta siendo de Europa son muy escasas porque la ESA saca convocatorias cada 15 años y solo contrata cuatro o cinco astronautas", decidió tirarse a la piscina y presentarse como candidata. Se animó al comprobar que el perfil que requerían se ajustaba mucho al suyo y al indagar en qué consistía la labor que se desarrollaba en una misión espacial. Fue entonces, con 33 años, que descubrió que ser astronauta era el trabajo de sus sueños.

En una charla organizada por la Agrupació Astronòmica d'Eivissa (AAE) y el Ayuntamiento de Ibiza, el divulgador científico Jordi Pereyra le preguntó por su trabajo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, donde está dirigiendo una línea de investigación que busca desarrollar nuevos fármacos para combatir un tipo concreto de cáncer de pulmón y de páncreas. "¿Cómo es que todavía no existe una cura contra esta enfermedad?", quiso saber el creador del blog ‘Ciencia de sofá’.

Ella respondió que "el cáncer no es una sino más de 200 enfermedades muy complejas para las que no hay una sola cura". "Por eso los investigadores buscamos lo que se conoce como medicina personalizada tratando cada caso como si fuera único", explicó esta bióloga molecular que ahora también es astronauta en la reserva de la ESA.

Para los que critican que se dedique tanto dinero a ir al espacio pudiendo invertirlo en solucionar los problemas de la Tierra, Sara García también tuvo respuesta. Primero puntualizó que "lo que se invierte en la exploración aerospacial es lo equivalente a lo que costaría una entrada de cine por persona al año" y luego detalló todo lo positivo que reporta. "Al espacio se va a hacer ciencia, a probar tecnología y todos los experimentos que se llevan a cabo luego se aplican", aseguró, antes de insistir en que "el objetivo de las misiones espaciales es avanzar en el conocimiento y en el desarrollo tecnológico para que el mundo vaya mejor".

Los experimentos que se llevan a cabo en el espacio pueden servir incluso, apuntó, "para acabar con el hambre en el mundo" y citó como ejemplo un proyecto que se realizó para hacer alimentos nutritivos para astronautas a partir de espirulina que funcionó tan bien que ahora se ha trasladado al Congo «para suplementar las dietas de gente que tiene déficit nutricional".

El proceso de selección

Pereyra también se interesó por el proceso de selección de la ESA, que duró 18 meses. Se presentaron 23.000 candidaturas, de las cuales el 25% eran mujeres, y acabaron siendo seleccionadas 17 personas (ocho mujeres y nueve hombres), de las cuales cinco son astronautas de carrera y doce están en la reserva, entre ellas la leonesa. Para llegar ahí, tuvo que pasar por seis fases, la primera era enviar su currículum con una carta de motivación y un certificado médico expedido por una agencia de medicina aeroespacial.

En esa primera criba quedaron 1.400 personas. Luego le tocó hacer pruebas de inteligencia, de tipo psicológico y médicas y, para terminar, mantener entrevistas con directivos de la ESA, la última con el director general. "El proceso de selección ya es un prueba en sí porque al final lo que están evaluando es si eres capaz de mantener la calma baja presión", apuntó, antes de comentar que la promoción de 2022, a la que ella pertenece, es la primera en la que la ESA ha creado una reserva de astronautas.

Curiosidades

Una de las cosas que más le llamó la atención cuando iba pasando fases era el perfil de muchos de los candidatos. "Casi todo el mundo tenía una doble vida o tenía 'hobbies' muy raros" y citó, entre unos cuantos ejemplos, el de una neurocientífica que trabajaba como trapecista en un circo.

Contó muchas otras cosas curiosas. Cuando Pereyra le preguntó por la comida de los astronautas, que ella ha tenido ocasión de probar y que, a juzgar por su cara, no le entusiasma, explicó que "casi todo está liofilizado porque es más fácil de preservar y pesa menos" y que dentro del menú hay "hasta tiramisú". Para beber, relató más tarde, se reaprovecha la orina de los astronautas que con un sistema de reciclaje se convierte en agua bebible.

"¿Sabes ya cuándo podrías ir al espacio?". "No se puede predecir", explicó la astronauta en reserva, después de contar que no hay muchas oportunidades de vuelo. "En la Estación Espacial Internacional (ISS), que es donde enviamos las misiones espaciales en la actualidad, hay capacidad para siete personas. La ESA tiene acordados cinco vuelos tripulados y cinco rotaciones de seis meses para cinco astronautas, pero también existe la posibilidad de misiones de corta duración, que pueden durar de quince días a un mes, que están canalizadas a través de ESA pero patrocinadas por los distintos gobiernos", detalló.

En el caso de que ella fuera seleccionada para una misión, señaló, tendría que pedirse una excedencia en su trabajo para empezar el entrenamiento, en el que lo que tendría que aprender sería "el equivalente a una carrera universitaria concentrada en un año".

Habló también del programa Artemis, cuyo objetivo es volver a explorar la Luna y que pretende que la primera que ponga un pie allí esta vez sea una mujer. Respecto a pisar Marte, aseguró que "todavía no estamos a nivel tecnológico ni cerca de poder hacer una misión tripulada" al ‘planeta rojo’.

"Los astronautas, por un lado, somos conejillos de indias para todo lo que tiene que ver con estudios de biomedicina y , por otro, somo científicos y técnicos para ejecutar experimentos", explicó sobre la función de estos profesionales en el espacio.

"Realmente no creo que existan profesiones de hombres y de mujeres"

El hecho de ser mujer, en su caso, afirmó, no le ha supuesto una dificultad añadida para ser astronauta. "Realmente no creo que existan profesiones de hombres y de mujeres, opino que el sexo no determina tu capacidad para dedicarte a la ciencia o la tecnología o para convertirte en astronauta en la reserva de la ESA", señaló, antes de lanzar un par de consejos para los jóvenes: "Atreveos a perseguir aquello que os motiva" y "estudiad aquello que os guste mucho".

Tras la entrevista de Pereyra, llegaron las preguntas del público, entre ellas las de alumnos de institutos. "Ojalá que sea la primera de muchas astronautas mujeres que formen parte de la ESA y que mi ejemplo sirva de inspiración", contestó a una de ellos. El público descubrió que su mayor virtud es la perseverancia y que su defecto es que es "bastante patosa y que se tropieza con todo". "Que no te oiga la ESA"», bromeó Pereyra.

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