Situación hidrológica

Aragón mantiene una calma tensa ante la crecida del Ebro

Los pueblos ribereños esperan la cresta de la riada a lo largo del jueves, mientras que a Zaragoza llegará el próximo viernes

La comunidad activa el nivel 2 de emergencia y los efectivos de la UME, la CHE y la DPZ están listos para actuar

Crecida del Ebro

Crecida del Ebro / María Muñoz

Alberto Arilla

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Calma tensa. Son las dos palabras que definen la sensación de los pueblos ribereños aragoneses, donde esperan a lo largo del jueves, previsiblemente al final de la mañana, que la cresta de la crecida del río Ebro alcance sus inmediaciones. Localidades como Novillas, Pradilla, Boquiñeni, Cabañas, Gallur o Alcalá se verán afectadas por una riada que, pese a todo, ha aminorado en las últimas horas frente a las previsiones que se contemplaban, en el peor de los casos, a principios de semana.

Aún así, Aragón ha activado el nivel 1 de alerta en la reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecop), tras la que también se ha anunciado que está previsto pasar este jueves al nivel 2 de emergencia, para así poder activar la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Y es que en la jornada de este miércoles, pese a ser relativamente "tranquila", el Ebro ha dejado varias instantáneas a su paso por algunas de los pueblos ribereños de la provincia de Zaragoza, tras haber alcanzado sus picos previamente en localidades de los territorios colindantes. En Logroño, entre las 8.45 y las 9.15 horas, se ha registrado un caudal de 972 metros cúbicos por segundo, tras duplicarse en solo 24 horas, mientras que en la localidad navarra de Castejón se ha llegado a los 2.100 metros cúbicos por segundo, cifras similares a las registradas por la tarde en Tudela.

Mientras, la capital aragonesa se prepara para recibir el viernes la punta de la crecida, con cifras que, en principio, oscilarán entre los 1.600 y los 1.800 metros cúbicos. En ese sentido, el Ebro ha llegado a cuadruplicar, en tan solo 48 horas, su caudal. Así, a las las 12.00 horas de este miércoles ya rozaba los 800 metros cúbicos por segundo, mientras que el pasado lunes, a esa misma hora, era de solo 198. En estos momentos, el río ya ronda los 900 metros cúbicos por segundo, una cifra que, de cualquier forma, prevé duplicarse entre hoy y el sábado.

Previsión e intervención de la UME

Por su parte, la vicepresidenta segunda de Aragón, Mar Vaquero, ha asegurado que el Gobierno de Aragón estaba trabajando desde hace días con "planificación, previsión y anticipación" ante la crecida del Ebro, por lo que "está preparado" para poder tomar decisiones, con un seguimiento "muy puntual" de la situación.

Unas decisiones que se han visto reflejadas en el Cecop, donde se decidió que hoy se activaría el nivel 2, el de emergencia, para que la UME pueda intervenir. "Estos caudales nos llevan, posiblemente, a una situación de emergencia a partir del jueves por la mañana, que es cuando entra esa punta de avenida en Aragón y, por lo tanto, a tomar medidas de protección para las personas y los bienes de nuestra comunidad", ha afirmado Miguel Ángel Clavero, director general de Emergencias de la DGA, al finalizar la reunión.

Asimismo, los efectivos de la DPZ y de la propia Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) también están preparados para apoyar y coordinarse con el resto de instituciones en caso de que sea necesario. En el primer caso, Juan Antonio Sánchez Quero ha anunciado que la institución provincial pondrá a disposición de los municipios cercanos al Ebro "todos los medios humanos y materiales del SPEI (servicio de bomberos) y del servicio de Recursos Agrarios, Vías e Infraestructuras", tras apuntar que la necesidad de estar "preparados" porque será una crecida extraordinaria, pese a que se espera inferior a las de 2021 y 2018.

La CHE, por su lado, ha subrayado que la guardería fluvial de la confederación «está siguiendo con atención» la evolución del episodio, y tras la actuación de técnicos de Comisaría en Navarra, están listos ante posibles intervenciones en Aragón. Del mismo modo, Endesa ha activado un dispositivo de emergencia para evitar daños a la red eléctrica durante las crecidas.

Los pueblos de la ribera, a la espera

En lo que respecta a los pueblos de la ribera, todos han coincidido en definir la jornada como "tranquila", así como en mostrar su expectación ante los sucesos que se avecinan a lo largo del jueves. "Va a ser una crecida extraordinaria, pero no alarmante", reconocía a este diario Pedro Sanz, alcalde de Cabañas, quien aseguraba que el casco urbano de la localidad "no va a tener problemas". "Por lo que hemos visto que hay en Tudela y Castejón, no debería haber demasiado problema", añadía, aunque admitía que la dimensión de la crecida no se conocería "hasta que no pasase la cresta".

El alcalde de Pradilla, Raúl Moncín, explicaba a EL PERIÓDICO que, «como es habitual», se inundaron el parque y el campo de fútbol del pueblo, además de los campos colindantes. Además, Moncín lamentaba la falta de comunicación con las administraciones que, según decía, «solo nos han mandado un papel a las 13.00 horas diciendo que activaban la alerta». Raquel Coscolla, primera edil de Boquiñeni, esgrimía que las afecciones en esta localidad habían sido las "normales" cuando se dan episodios de este tipo.

"Si seguimos así, puede llegar el día en el que todo se acabe"

La peor parte, en cualquier caso, se la están llevando los agricultores afectados, como Alberto Ayesa, de Novillas. "Si se va rápido el agua, puede que no haya mucho problema", afirmaba esperanzado, aunque proseguía: "He estado revisando varios campos de alfalfa que tengo juntos, que suman unas seis hectáreas, y ya estaban regados".

En el caso del pueblo novillense, el reventón de un dique ha preocupado a los agricultores por la mañana, aunque ha sido solventado rápidamente y se ha logrado evitar males mayores. "Si seguimos así, puede llegar el día en el que todo se acabe. La única solución es limpiar la vegetación del río, o estas situaciones serán cada vez más habituales. Necesitamos encontrar el punto medio entre los damnificados y las administraciones, porque sino será imposible", concluía Ayesa en tono resignado.