Consentimiento y violencia sexual

Irene Montero afirma que con la ley del 'sí es sí' se podría haber puesto una pena "mayor" a Alves

La exministra e impulsora de la norma celebra que por primera vez una sentencia reconoce el consentimiento como único requisito para hablar de agresión sexual

Alves, condenado a una pena mínima de 4 años y medio de cárcel por la violación del Sutton

Claves de la sentencia de Alves | Un fallo pionero en consentimiento que enciende la polémica por la baja pena

Dani Alves, durant una de les sessions del judici a Barcelona.

Dani Alves, durant una de les sessions del judici a Barcelona. / EUROPA PRESS

ACN

ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La exministra de Igualdad Irene Montero ha defendido que con la ley del 'solo sí es sí' se podría haber puesto una pena "mucho mayor" a Dani Alves. En declaraciones a RAC1, ha afirmado que la condena de cuatro años y medio es una decisión "exclusiva" del juez y responde a un problema llamado "automatismo por la mínima", que hace que, normalmente, se ponga la pena mínima en casos de agresiones sexuales. Sin embargo, Montero ha querido destacar que "por primera vez" hay una sentencia que reconoce que para juzgar una agresión sexual el punto clave es la falta de consentimiento. En este sentido, ha añadido, la sentencia es "ejemplar".

Montero ha valorado así las críticas que apuntan a que si Alves fue condenado a la pena mínima posible ha sido por la ley del 'solo sí es sí', que ella lideró. Ha detallado que el rango de la pena podía ir de 4 a 12 años, por tanto se podía haber optado por una pena más alta. En este sentido, ha relacionado la decisión judicial con el automatismo "habitual" de la justicia a "tender" a poner la pena mínima en este tipo de delitos.

Lo más importante, la credibilidad

Montero ha destacado que lo más importante es que la víctima sienta que la sociedad y la justicia la han creído. Sin embargo, ha lamentado que aún existen "sesgos patriarcales" en el sistema judicial, como este automatismo de la pena, que deben ir resolviéndose.

En este sentido, ha reflexionado que no hacen falta penas altas para obtener justicia y reparación. Sin embargo, espera que tanto la defensa de la vícima como la fiscalía recurran para que el acusado reciba la pena más alta.

La clave del consentimiento

Lo que sí ha querido destacar la exministra es que la nueva normativa ha situado el consentimiento en el centro y "ha sustituido a la ley de la impunidad", ha añadido. De hecho, ha manifestado que, hasta ahora, gente como Alves no pisaba ni una comisaría ni un juzgado y si lo hacían era para quedar libres.

Por ello, ha puesto en valor el adelanto "incalculable" que supone que la sentencia sitúe el consentimiento en el centro y la forma en que lo hace. Recordó que hasta antes de la nueva ley era necesario demostrar violencia o intimidación.