Talleres mecánicos ilegales: diez denuncias en Girona, pero "hay muchos más"

Durante este 2023 se han interpuesto 10 denuncias contra talleres ilegales en las comarcas gerundenses. Aun así, se trata de una cifra que dista mucho de los negocios que operan de forma irregular en la demarcación, según afirma la Asociación de Empresarios de Reparación y Comercio de Vehículos y Embarcaciones de Girona, CORVE. Su presidente, Jordi Solà, explica que el principal problema es que es muy complicado pillar los talleres ilegales operando fraudulentamente, puesto que trabajan en garajes privados y solo levantan la persiana para que el cliente introduzca el vehículo. Además, en los últimos años han visto cómo se han vuelto negocios itinerantes. De esta forma consiguen pasar desapercibidos por los Mossos d'Esquadra o la Guardia Civil.

La lucha contra los talleres ilegales sigue siendo uno de los principales caballos de batalla de CORVE. La entidad ha presentado 10 denuncias en 2023 contra establecimientos que operaban de forma irregular. Seis ya se han tramitado y existe la inspección en curso, mientras que las otras cuatro se han aportado algunos documentos que acreditan que se trata de un taller que opera sin los permisos necesarios. Sin embargo, la realidad es mucho más cruda y es que desde la entidad dan por hecho que hay muchos negocios de reparación de vehículos que trabajan sin las correspondientes licencias y sin pagar los impuestos que corresponden.

Este hecho "duele mucho" al sector, que ve cómo muchos conductores optan por estos establecimientos, ya que los precios que pueden ofrecer son más bajos y más en un contexto de inflación donde "todo ha subido". El presidente de CORVE, Jordi Solà, explica que es necesario ser consciente de la falta de seguridad que supone llevar el coche a un taller ilegal. Solà lamenta que estén "abandonados por la administración" a la hora de luchar contra estos negocios. El presidente de CORVE señala que el problema es que llevan a cabo su actividad en garajes particulares y si la policía va a inspeccionarlo, los propietarios no lo permiten, ya que no llevan una orden judicial.

Delito ambiental

Además, en muchos casos los talleres solo abren la persiana para hacer entrar el coche del cliente y la vuelven a bajar de inmediato para no tener problemas y que no se les detecte. Con todo ello, la única vía fiable para encontrar estos talleres es cuando cometen un delito medioambiental, por una mala gestión de los residuos como el aceite, líquido de frenos o neumáticos usados. Es ahí donde entra la unidad del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y la unidad de los Mossos que lucha contra los delitos de medio ambiente. Es habitual que los responsables de estos talleres realicen vertidos de los residuos que generan en rieras o en otras zonas naturales y entonces se les puede denunciar y perseguir si se comprueba que vienen de un taller ilegal.

Si ya es complicado perseguir a estos establecimientos, Solà alerta de que han buscado una fórmula para que no se les identifique con facilidad. En los últimos años, estos talleres se han vuelto itinerante operando en varios garajes para que sea más complicado identificarlos como negocios sin licencia. "Cuando interponemos una denuncia y el SEPRONA realiza la inspección, después se trasladan a otro garaje y si no hay indicios de delito flagrante no pueden entrar y no se puede hacer nada", lamenta Solà.

Sin embargo, desde CORVE han encontrado un aliado con la tecnificación de los coches. En este sentido, Solà señala que los nuevos modelos híbridos y eléctricos y en parte las novedades tecnológicas de los de combustión son un aliado a la hora de luchar contra los talleres ilegales. "Todo esto requiere que lo manipule personal cualificado de un taller, por un tema de seguridad vial. Nuestra lucha no es solo por nuestro sector, sino que creemos que va mucho más allá. La electrificación y las nuevas normativas no lo pondrán fácil a estos talleres", subraya. A todo esto, hay que sumar el registro único de talleres SERMI que obligará a estar registrado como profesional para manipular algunos de los aspectos esenciales del coche.