Residuos y derechos

Los Veintisiete acuerdan aumentar el reciclaje de envases y embalajes

Los gobiernos tendrán que negociar ahora la norma con el Parlamento Europeo en los primeros meses de 2024

Los firmantes del manifiesto reclaman un sistema de depósito, devolución y retorno de envases.

Los firmantes del manifiesto reclaman un sistema de depósito, devolución y retorno de envases. / Pixabay

Silvia Martinez

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La Unión Europea da un paso más para reducir los residuos procedentes de envases y embalajes. Los ministros de medio ambiente de los Veintisiete han cerrado este lunes un acuerdo político sobre el reglamento destinado a reducir este tipo de desechos, fomentar la reutilización y harmonizar las reglas dentro del mercado interior. La norma, que todavía deberá ser negociada y acordada con el Parlamento Europeo, obligará a los Estados miembros a garantizar la recolección separada de al menos un 90% de las botellas de plástico de un solo uso y latas para 2029 y a destinar al compost las bolsas de té y las pegatinas de frutas y verduras.

“Cada europeo generó 190 kilos de residuos de envases en 2021. Si seguimos igual esta cifra crecerá un 20% para 2030. No podemos dejar que esto ocurra. El enfoque general de hoy ofrece un mensaje fuerte de que la UE está comprometida a reducir y prevenir los desechos de envases de todas las fuentes”, ha celebrado la vicepresidenta tercera y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, sobre un reglamento que establece requisitos para garantizar que el embalaje sea seguro y sostenible y requisitos de etiquetado para mejorar la información del consumidor.

El acuerdo, calificado de “equilibrado” por el Consejo y que tendrá que terminar de negociarse en los primeros meses de 2024, garantiza “ambición en la reducción de desechos y “flexibilidad” a los Estados miembros en la fase de implementación estableciendo objetivos de reutilización vinculantes, restringiendo ciertos tipos de envases de un solo uso e imponiendo medidas para que los operadores económicos limiten los envases utilizados. La idea es que una vez que el envase es desechado se garantice que se recolecta, se clasifica y se recicla. El sector, según la Comisión, factura unos 370.000 millones de euros al año y tiene un enorme potencial en la transformación de la economía circular y la puesta en marcha del pacto verde europeo.

Un 15% para 2040

Los Veintisiete parten de la idea, tal y como propuso la Comisión hace un año, que todos los envases que llegan al mercado deben ser reciclables. La posición común establece objetivos de reducción de los desechos -respecto a las cifras de 2018- del 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040 -sujetos a una revisión ocho años después de la entrada en vigor del reglamento- y nuevos objetivos en cuanto a la reutilización de todo tipo de envases.

Además, el texto mantiene el ámbito de aplicación de la propuesta planteada hace un año por la Comisión. Es decir, cubre todos los envases, independientemente del material utilizado, y todos los desechos de embalajes, independientemente de su origen (incluida la industria, la fabricación, el comercio minorista, los hogares) aunque el cartón queda exento. La normativa también encarga a la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) que prepare un informe para 2026 sobre la presencia de sustancias de preocupación en los envases con vistas a determinar si afectan negativamente a la reutilización o el reciclaje de materiales o si tiene algún tipo de impacto en la seguridad química.

Bolsas de té y pegatinas

El consejo también ha acordado que las bolsas de té y las pegatinas de frutas y verduras deben ser compostables y que al menos el 90% de las botellas de plástico de un único uso y latas sean recogidas separadamente para 2029. Para ello, los gobiernos tendrán que establecer sistemas de devolución si no cuentan antes de la fecha otros que permitan alcanzar el objetivo. Por ejemplo, los países con una tasa de recolección separada por encima del 78% para 2026 estarán exentos del requisito introducido por la norma que entrará en vigor 18 meses después del acuerdo entre Consejo y Parlamento. La norma también establece que las bolsas de té y etiquetas adhesivas de frutas y verduras tienen que ser aptas para el compost.

La medida es una de las propuestas estrella del pacto verde europeo para impulsar la circularidad de la economía europea y seguir aumentando las tasas de reciclaje dado el auge de los productos envasados. Durante la última década, la cantidad de desechos de envases ha aumentado en casi un 25% y se espera que aumente en otro 19% hasta 2030 si no se toman medidas. En el caso de los residuos de envases de plástico, el aumento esperado es del 46% para 2030.