Tormenta política y educativa por la visita de los eurodiputados para evaluar la inmersión lingüística

La delegación de eurodiputados de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha expresado su "sorpresa" ante que la Generalitat no aplique las sentencias del TSJC a favor de un mínimo del 25% en castellano en las aulas de Catalunya y de que esta lengua sea "vehicular". Así lo han expresado algunas de las familias litigantes que esta tarde se han reunido con los representantes de la Eurocámara que hasta el miércoles analizarán el modelo de inmersión lingüística de la escuela catalana.

La visita de los europarlamentarios -muy polémica por el perfil ideológico de los diputados, ya que está formada por políticos conservadores, liberales y de ultraderecha- se está llevando a cabo en medio de fuertes críticas por parte de la Conselleria d'Educació y de un grueso de entidades y partidos. De hecho, el principal sindicato del sector educativo catalán, Ustec, ha calificado de "pantomima" la reunión que ha mantenido esta tarde con la delegación europea, de la que han asegurado que "venían con la lección aprendida" para cuestionar el modelo de inmersión lingüística. "Consideran de antemano que este modelo es perjudicial para los aprendizajes de los alumnos", ha explicado Iolanda Segura, portavoz del sindicato.

Reuniones

Por su parte, Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe, ha mostrado su "satisfacción" por el encuentro: "Por fin Europa nos ha escuchado". Fuentes presentes en esta reunión han explicado a este diario que los europarlamentarios han realizado numerosas preguntas a las familias que han reclamado el 25% de castellano sobre el tiempo que han tardado en recibir una respuesta de la Generalitat para hacer cumplir las sentencias. Además, han explicado las dificultades para recibir una educación en las dos lenguas.

A la tormenta política se ha sumado el expresidente catalán y eurodiputado de JxCat, Carles Puigdemont, que este lunes ha remitido una carta a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, para alertar del "mal uso" de los recursos en el viaje de los eurodiputados. En la carta, firmada por Puigdemont y por Toni Comín, se señala que la presidenta de la Comisión de Peticiones de la Eurocámara, Dolors Montserrat, ha desoído el "consejo" de la Comisión Europea, que insiste en que "la UE no tiene la autoridad para determinar" la lengua vehicular del sistema educativo de los estados miembros.

Boicot

De hecho, los eurodiputados de los grupos socialdemócrata, los Verdes y la Izquierda Unitaria han boicoteado la misión, tramitada por PP, Vox y Ciudadanos, para denunciar su "sesgo político" y no han enviado a miembros de forma oficial, sino solo como "acompañantes".

La delegación incluye a 11 representantes, aunque solo seis son oficialmente de la misión del comité de Peticiones, y la mayoría pertenecen a partidos de derechas, de ultraderecha o del grupo liberal. La presidenta de la delegación es Yana Toom, liberal de Estonia, que irá acompañada del popular alemán Peter Jahr; el también popular polaco Jaroslaw Duda; otro polaco del partido ultranacionalista Ley y Justicia, Kosma Zlotowski; una eurodiputada francesa del Frente Nacional de Marine Le Pen, Virginie Joron, y la italiana del Movimiento Cinco Estrellas Maria Angela Danzi.

Encuentro con escuelas y el TSJC

Los otros cinco son eurodiputados que van como acompañantes. Todos ellos son españoles: la presidenta del comité de Peticiones, la popular Dolors Montserrat; la también eurodiputada del PP Rosa Estaràs; Maite Pagazaurtundúa, de Cs; Diana Riba, de ERC; y Jorge Buxadé, de Vox. "La agenda está tan politizada, y tan hecha a medida para la estrategia de desprestigio de las tres derechas, que ningún eurodiputado socialista de ningún país ha estado dispuesto a participar en este sainete", ha señalado la socialista Cristina Maestre, que en principio iba a acudir en calidad de acompañante. 

El martes, la delegación se reunirá con el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, y visitará las dos escuelas del Baix Llobregat seleccionadas; un centro de educación especial con plena inmersión lingüística y un instituto en el que se aplica el 25% de clases en castellano a uno de los grupos de la escuela. Por la tarde se reunirán con la Fundación Bofill y con la asociación Docentes Libres. En la agenda también tienen prevista una reunión con la consellera de Educación, Anna Simó, con el Consell Escolar de Catalunya y con la Inspección educativa, entre otros.

Críticas de Simó

La consellera de Educación de la Generalitat, Anna Simó, calificó el miércoles pasado en el Parlament de "demencial" la misión de europarlamentarios, aunque aseguró que se reunirá con ellos. Simó criticó que se hable de la misión como si "fuera a hacer las Américas para ver la maldita inmersión" y aseguró que intentaron trasladarles una lista de escuelas donde se aplica la inmersión.

Además, lamentó que los eurodiputados vayan a visitar un centro de educación especial y un instituto: "Yo no sé qué inmersión lingüística quieren ver en un centro de educación especial y en un instituto de secundaria".