Acción

La policía municipal de Girona, disfrazada de esclava como protesta del decreto que les obliga hacer horas extra

Lluc Salellas, un activista de la izquierda independentista que da a la CUP su primera capital

Contexto: El alcalde de Girona obliga por decreto a que la policía local haga horas extra durante las ferias y hasta finales de año

Policía Municipal de Girona, en una acción de protesta contra el decreto que les obliga a hacer horas extra

Policía Municipal de Girona, en una acción de protesta contra el decreto que les obliga a hacer horas extra / ACN

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Nueva protesta de los agentes de la Policía Municipal de Girona contra el decreto que les obliga a hacer horas extra, y que el alcalde Lluc Salellas firmó antes de Fires. En noviembre, los policías ya se concentraron en las puertas del pleno con silbatos, pero esta vez han sido más creativos.

A las cuatro y media de la tarde, unos cuántos agentes se han disfrazado de esclavos de época romana -con túnicas y cadenas- y han empezado a estirar un carro por la plaza del Vi. Había dos carteles colgados, con el número de decreto que firmó Salellas. Y arriba, iba otro agente, este traje con americana y con un palo (que simbolizaba la vara de alcaldía) y que instaba los otros a callar y a trabajar cuando se quejaban.

Además, otros agentes que iban siguiendo la comitiva llevaban camisetas negras con un dibujo del alcalde y la frase 'Lucas I El Decretador'. La portavoz del sindicato SIP-Fepol ha explicado que, de nuevo, la plantilla ha querido protestar contra un decreto aprobado "en contra" de su voluntad, y que les obliga a hacer horas extra hasta finales de año.

"Con esta acción queremos simbolizar la obligación que nos ha impuesto el decreto de alcaldía, haciéndonos trabajar fuera de nuestro horario y en horas libres", ha criticado Soraya García. Además, la representante sindical también ha cargado contra el equipo de gobierno (Guanyem, JxCat y ERC) y los ha acusado de ser "inactivos" a la hora de encontrar soluciones "a los problemas de carencia de personal, de carga de trabajo y de no pagarnos aquello que creemos justo, que es nuestra disponibilidad".

"Ninguna negociación más"

García ha explicado que, después de firmar el decreto de horas extra, "no ha habido ninguna mesa o negociación para intentar llegar a acuerdos que permitan solucionar el conflicto". De hecho, el malestar dentro de la Policía Municipal hace tiempo que dura, se remonta al anterior mandato y son numerosas las concentraciones que han hecho antes de los plenos municipales (dónde han protestado, entre otros, disfrazándose de Reyes Magos o llevando un ataúd).

De hecho, el decreto que los obliga a hacer horas extra no es lo primero que ha recibido el cuerpo. La anterior alcaldesa, Marta Madrenas, también usó esta fórmula el año pasado. A diferencia de entonces, sin embargo, este 2023 el gobierno que encabeza Salellas hizo una propuesta para subir el precio de las horas extra (que se extendía entre un aumento del 30% y el doble del que se cobraba hasta entonces).

La propuesta se presentó en octubre, y a pesar de que la plantilla de la Policía Municipal la rechazó porque la consideraba un "parche", se acabó aprobando por pleno y ya se aplica (porque había recibido el visto bueno de la mesa general de funcionarios).

En busca de la solución global

Los policías, sin embargo, reclaman una solución global a los problemas que arrastra el cuerpo. Además, García explica que, una vez se llegue a finales de año, y el decreto decaiga, el gobierno "volverá a usar las movilizaciones" -a cada agente se lo puede obligar a trabajar fuera de horario cuatro veces el año- para cubrir las necesidades que tengan. La portavoz del SIP-Fepol critica que un informe del secretario indica que esto se encuentra "fuera de norma" y que hace meses que también reclaman que esto se revise, pero por el momento no han obtenido respuesta.

Esta tarde, los agentes han recibido el alcalde, Lluc Salellas, con gritos de "Queremos nuestros derechos, no volamos decretos" cuando ha entrado a la sala de plenos. Antes de que empezara la sesión, García ha vuelto a visibilizar el malestar que vive el cuerpoi y la "ignorancia, desprecio y falta de confianza" por parte del gobierno. "Cuando un barco se hunde la tripulación abandona, y ustedes lo están hundiendo", ha dicho la portavoz del SIP-Fepol.

Para acabar, los policías han intentado regalar una camiseta al alcalde, pero Lluc Salellas no se lo ha permitido, diciendo que este "no era el espacio para hacerlo". El alcalde de Girona también ha recordado que, durante estos meses, también han "dialogado" y han presentado "una propuesta" -en referencia al precio de las horas extra- para intentar solucionar el conflicto.