En Barcelona

Las familias afectadas por el chat de menores con porno brutal: "¿Quién está detrás? ¿Qué quiere?"

Los Mossos investigan el grupo de Whatsapp con contenido porno viralizado entre menores en BCN

Porno brutal y proclamas de odio: alerta por un grupo de Whatsapp viralizado entre niños de 12 años de Barcelona

Adolescentes utilizando teléfonos móviles.

Adolescentes utilizando teléfonos móviles. / Ferran Nadeu

Elisenda Colell

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"¿Quién hay detrás de todo esto? ¿Qué pretenden estas personas que están metiendo a niños de 12 años en un grupo donde se comparten imágenes de porno sádico y maltrato animal?", se pregunta Núria Fernández, vecina del barrio de Sagrada Família de Barcelona y madre de un adolescente de 14 años. Ella se enteró por el instituto de la existencia del grupo de WhatsApp 'Niños Toda España', que se ha hecho viral y que la Unidad Central de Delitos Informáticos de los Mossos d'Esquadra ya está investigando. "Los profesores nos avisaron de lo que estaba ocurriendo a través del grupo de WhatsApp de los padres de la clase el pasado martes", cuenta Fernández.

Al igual que en otros institutos de la ciudad, los docentes emplazaron a los niños a salir del grupo, dieron la voz de alarma a las familias y les pidieron que hablaran con sus hijos de sexualidad, así como de uso y control de las tecnologías. "Nos contaron de la existencia del grupo –que también contiene comentarios homófobos, proclamas franquisas y referencias a la venta de droga– y nos dijeron que las personas que los habían incluido en el chat son desconocidos... ¿de dónde sacan sus números de teléfono?", se pregunta esta madre, quien, a pesar de que su hijo no está en el grupo, le preocupan las "barbaridades" que se han vertido en él.

Falta de control

Este extremo es lo que precisamente ha preocupado a muchas familias. "¿Y si detrás del grupo hay algún pederasta? No lo veo nada normal. A esta edad los niños no tienen el cerebro maduro para ver pornografía normal, mucho menos aún estás imágenes extremas de personas muertas y maltrato animal", afirma la mujer. "¿Qué está pasando? ¿Quién está detrás de esto? ¿Qué buscan a cambio? ¿Qué mundo estamos creando? Estos niños tendrían que estar jugando a pelota o con la Nintendo".

Otro padre afectado también se muestra indignado por esta falta de control. "Me parece gravísimo que mi hija recibiera una invitación sin ningún tipo de permiso". Fernández está dispuesta a acudir a una comisaría de los Mossos d'Esquadra para preguntar qué debe hacer ante situaciones de este tipo. "Que me digan cómo actuar".

Edad de acceso al móvil

De entrada, la madre de la Sagrada Família ha aprovechado el episodio para hablar –una vez más– de sexualidad, deseo y límites con su hijo. "Desde pequeño que hablo con él de este tema, el martes también lo hice, para que entienda que esta pornografía ni es real ni saludable: que no se puede vejar a una mujer, que el sexo tiene que ser divertido y enriquecedor", explica la madre, que lamenta que aún hoy el sexo siga siendo un tema tabú para muchas familias. "Si lo ocultas lo buscarán fuera", añade.

Más allá de la sorpresa y la preocupación general, otra madre que también ha sabido de la existencia del chat primero por el instituto y luego por su propia hija cree que el caso ha puesto sobre la mesa unos cuantos asuntos importantes. El primero, que quizá las niñas y niños de 12 años son demasiado pequeños para gestionar con autonomía un dispositivo adulto y complejo como un 'smartphone'. Y el segundo, que familias y centros deben "tomarse en serio de una vez" la educación sexual y también la digital, que no es, añade, "saber usar todas las aplicaciones que vienen de Silicon Valley". "Antes de que Europa acabe con el secreto de las comunicaciones en la UE en nombre de la prevención del abuso sexual a menores –dice la mujer, en alusión a la regulación que ahora está sobre la mesa y que popularmente se conoce como Chatcontrol– deberíamos preguntarnos si los niños deben tener acceso directo y permanente al móvil y si estamos haciendo los deberes en educación afectiva y tecnológica".