Cambio climático

Las olas de calor más mortíferas pasarán de ser extrañas a normales, según un estudio en 47 países

La ola global de calor extremo de este julio habría sido "casi imposible" sin la crisis climática

¿Por qué las olas de calor se ceban con los países del Mediterráneo?

Un hombre fotografía un termómetro que marca 47 grados durante una de las olas de calor del pasado mes de julio.

Un hombre fotografía un termómetro que marca 47 grados durante una de las olas de calor del pasado mes de julio. / EFE / Marcial Guillén

EP

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El riesgo de olas de calor mortales será más frecuente y aumentará el exceso de mortalidad relacionado con el aumento de las temperaturas en el futuro, según un nuevo estudio de ETH Zurich, publicado en la revista Nature Communications, que alerta de que Europa se verá especialmente afectada.

La ola de calor en Europa de 2003, que hizo que las temperaturas alcanzaran los 47,5°C, fue uno de los peores desastres naturales de las últimas décadas y se cobró entre 45.000 y 70.000 víctimas en el espacio de unas pocas semanas. Los bosques se quemaron, las cosechas se marchitaron y las salas de las urgencias de los hospitales estaban llenas.

Sin embargo, según alerta el estudio, olas de calor tan mortales como la de 2003 podrían convertirse en la nueva norma en los próximos años.

El estudio

Investigadores del Instituto de Decisiones Ambientales de ETH Zurich han colaborado con un grupo internacional de epidemiólogos para llevar a cabo el estudio. Desde 2013, han recopilado datos sobre el exceso de mortalidad diario relacionado con el calor en 748 ciudades de 47 países de Europa, el Sudeste Asiático, América Latina, Estados Unidos y Canadá.

A partir de los datos, han establecido la temperatura ideal de cada ciudad, donde el exceso de mortalidad es el más bajo. En Bangkok, por ejemplo, este valor es de 30°C, en São Paulo de 23°C, en París de 21°C y en Zurich de 18°C.

Cada décima de grado por encima de este valor ideal aumenta el exceso de mortalidad. "No todo el calor es igual", explica Samuel Lüthi, autor principal del estudio. "La misma temperatura tiene un impacto completamente diferente sobre el exceso de mortalidad relacionado con el calor en las poblaciones de Atenas y Zurich".

Las muertes no solo dependen de la temperatura, sino también de la fisiología (aclimatación), el comportamiento humano (largas siestas a mitad del día), la planificación urbana (espacios verdes versus hormigón), la estructura demográfica de la población o el sistema de salud.

Los modelos

Utilizando este valor ideal, los investigadores han calculado cómo se desarrollaría el exceso de mortalidad con un aumento promedio de la temperatura global de 0,7° (el valor en 2000), 1,2° (el valor en 2020), 1,5° y 2°. "Ejecutamos el mismo modelo hasta 84 veces, con condiciones climáticas ligeramente diferentes en cada ronda. Esto nos dio una multitud de posibles sistemas climáticos que pueden ocurrir si hay una cierta cantidad de CO2 en la atmósfera", explica Lüthi en un comunicado.

Después, los investigadores combinaron estos datos con un modelo epidemiológico para calcular la mortalidad por calor correspondiente.

La conclusión

Los resultados muestran que el riesgo de olas de calor con un alto exceso de mortalidad ya ha aumentado dramáticamente en los últimos 20 años. "El exceso de mortalidad de un verano caluroso como el de 2003 solía considerarse un fenómeno extremo que ocurre una vez cada siglo. Ahora esperamos que ocurra una vez cada 10 a 20 años", dice Lüthi.

Las regiones que corren particular riesgo de sufrir olas de calor crecientes incluyen las costas del Golfo y del Atlántico de Estados Unidos, la costa del Pacífico de América Latina, el Medio Oriente, el Sudeste Asiático y la región del Mediterráneo. Incluso en escenarios climáticos moderados, un verano caluroso en estas regiones puede provocar que el 10% de todas las muertes en un país estén relacionadas con el calor.