Detenida una turista irlandesa ebria por abandonar a su hija de cinco años en un hotel de Mallorca

Una turista irlandesa, de 45 años, permanecía todo el día en estado de embriaguez y abandonó a su hija de cinco años en un hotel de Manacor. Durante la permanente ausencia de la madre, otros huéspedes del establecimiento hotelero con una hija a la que la progenitora había conocido se encargaban del cuidado de la pequeña. Agentes de la Policía Nacional han detenido el martes a esta mujer por un presunto delito de abandono de menor.

Los hechos ocurrieron desde el primer momento en el que esta mujer irlandesa, de 45 años, decidió alojarse con su hija de cinco años en un hotel de Manacor para pasar unos días de vacaciones en la isla. Tras conocer a otros turistas que tenían también una hija de la edad de la suya, la madre se desentendió por completo de la niña y se dedicó a consumir cerveza sin parar. Hasta el punto de que siempre estaba en estado de embriaguez.

Desde que se levantaba hasta que se acostaba, la madre estaba consumiendo cerveza y se desentendía por completo de su hija, a la que había dejado al cuidado de los otros clientes del hotel, aprovechándose de que estos tenían otra niña de la edad de la suya.

Estos turistas se encargaban de la niña mientras la madre la desatendía por completo. Así, estos clientes tenían que darle de comer, ponerle crema solar, la vigilaban en la piscina, le compraron unos manguitos para que se pudiera bañar sin peligro y ducharla, entre otras labores.

Embriaguez permanente

Ante su manifiesto estado de embriaguez permanente, el personal del hotel dejó de servirle alcohol. Esto no fue óbice para que la mujer acudiera a comprar cerveza en un supermercado de enfrente para consumirla en el interior del establecimiento hotelero.

La situación de la niña era insostenible motivada por la desatención permanente de su madre. Finalmente, los turistas que atendían a la niña denunciaron lo ocurrido al hotel el pasado martes. Desde el establecimiento se dio aviso a la Policía Nacional.

Una patrulla policial se personó poco después en dicho hotel. Después de llamar con insistencia a la puerta de su habitación, esta turista irlandesa no abría la puerta. Cuando por fin lo hizo, la mujer se encontraba una manifiesta situación de embriaguez y presentaba serias dificultades para mantener el equilibrio. Cuando los agentes le expusieron los hechos, la madre negaba estar ebria, pese al fuerte olor a alcohol que inundaba la estancia.

A tener d todo esto, la turista irlandesa fue detenida por un presunto delito de abandono de menor. La niña, por su parte, fue trasladada a un centro de primera acogida. Al día siguiente, el padre de la niña, que estaba en Irlanda, viajó en avión a Mallorca para recoger a su hija y hacerse cargo de la menor.