Demanda a la URL

El profesor de la Blanquerna denunciado por acoso sexual demanda a la universidad por despido nulo

Blanquerna despide al profesor acusado de acosar sexualmente a alumnas

Las universidades catalanas han sancionado al menos a 28 profesores por acoso sexual y laboral desde 2018

Manifestación de estudiantes de la Facultat de Comunicació Blanquerna

Manifestación de estudiantes de la Facultat de Comunicació Blanquerna / FERRAN NADEU

J. G. Albalat / Marina Tovar

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El exprofesor de la Facultat de Comunicació de la Universitat Ramon Llull Xavier Sastre (URL), acusado de acosar sexualmente a tres alumnas, ha presentado una demanda judicial contra la Fundació Blanquera, que gestiona el centro, por su despido disciplinario, al considerar que se ha vulnerado su derecho de presunción de inocencia y que se ha producido indefensión en el promecimiento interno que conllevo su salida. El exdocente niega "rotundamente" que el protocolo establecido desde la misma universidad concluyera con “todas las garantías” y remarca que no tuvo una defensa “legítima ni digna” ante la comisión de investigación. Señala también que desde la URL se le citó en una única ocasión, con pocas horas de antelación, y le exigieron responder “inmediatamente una lista de preguntas sin conocer el contenido de las denuncias”. 

Sastre, que reclama la nulidad del despido, también incide que en el burofax de su despido “no aparece ninguna falta que haga referencia alguna a un presunto acoso sexual” y apunta a que los motivos de su cese “no coinciden" con los que la Universitat Ramón Llull ha especificado en los comunicados entregados en los medios de comunicación. 

Motivos del despido

La Fundación Blanquerna, por su parte, justifica el despido acusando al profesor de conductas inapropiadas, faltas graves de respeto y maltrato contra varios miembros de la comunidad educativa del centro. Los motivos del despido van desde contactar por redes sociales con alumnas y aprovechar la información de las redes para humillar a los compañeros en clase, a dirigirse al alumnado con apodos como “preciosa” o “baby”, así como proponer hacer una grabación del interior de los cajones de las habitaciones de los alumnos, explicando que los objetivos "académicos" del ejercicio era "conocernos mejor".  A los estudiantes llegó a decirles, según el centro docente: "Yo ahora me voy a emborrachar y os llegará un email a las tres dee la madrugada con un comentario mío personalizado".

La dirección también acusa a Sastre de “perjudicar de forma grave la imagen de la institución en su función de centro educativo unviersitario”. A la vez, se acoge al Segundo Convenio Colectivo y del Trabajo de la fundación, donde se estipulan como “faltas muy graves” las conductas del profesor, por lo que procede a ejercer la sanción tipificada en el mismo convenio, despidiendolo por razones disciplinarias. 

El profesor afirma estar sufriendo de forma pública y privada las consecuencias de las acusaciones de la Universitat en los medios de comunicación y de las “filtraciones interesadas del colectivo universitario”. También rechaza que fuese suspendido de sueldo y trabajo durante tres meses en el último trimestre de 2022. En su lugar, asegura, cursó una baja laboral "por motivos personales y emocionales" vinculado, entre otras circunstancias, al trauma de haber sufrido una serie de acusaciones infundadas contra su persona" a principios del curso 2022-2023.