Las carpas del Onyar de Girona se sacrificarán después de aturdirlas con electricidad

El traslado de peces del río Onyar a su paso por Girona permitirá salvar las especies autóctonas pero no las carpas, que al estar incluidas en el listado de especies exóticas invasoras deberán ser sacrificadas, una vez capturadas. Todo ello a pesar de que las carpas son muy típicas en el Onyar desde hace décadas y forman parte del relato de la ciudad como si fueran "locales".

La actuación se realizará la próxima semana y consistirá en aplicar un sistema de pesca que electrocutará los peces del río para dejarlos aturdidos. Los ejemplares quedarán flotando y habrá que hacer una selección para separar a los que se trasladarán al río Ter para garantizar que sigan con vida de los exóticos que acabarán sacrificados.

El objetivo del Ayuntamiento es evitar que los ejemplares que hay en el Onyar acaben muriendo por falta de agua, en los que se conoce como anoxia. La intención municipal avanzada por Diari de Girona ha causado gran alboroto para saber el destino final de todos los ejemplares. Pese a que el concejal de Sostenibilidad, Martí Terés, detalló que habría que sacrificar las especies exóticas pero que se podrían salvar las carpas, la realidad pero es que una normativa estatal obliga a sacrificar todos los peces exóticos, incluidas las carpas, que todavía son en la lista de especies exóticas.

El Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, regula y cataloga las especies exóticas invasoras, incluida la carpa, que proviene de Asia. La Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, dice que las especies invasoras deben sacrificarse.

Desde el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat han especificado a este diario que los lucios, también muy presentes en el Onyar, «no serán sacrificados». Sin embargo, los peces que más masivamente están en este río según los rastreos periódicos efectuados por Asociación de Naturalistas de Girona (ANG) son las gambusias, introducidas hace décadas para luchar contra los mosquitos.

Son pequeños, pero son una de las cien especies más agresivas del planeta por los efectos que causan en el entorno, ya que son muy depredadores y deja sin alimento a otros animales.

Suscríbete para seguir leyendo