Parte médico

El Papa padece bronquitis de origen infeccioso y podría recibir el alta en los próximos días

Francisco ingresó el miércoles en el hospital por unas "dificultades respiratorias"

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El papa Francisco, de 86 años, padece una "bronquitis de base infecciosa" por la que lleva ingresado desde el miércoles por la tarde, si bien con los antibióticos su estado de salud ha experimentado una "notable mejoría" y podría recibir el alta en los "próximos días", según ha informado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

"En el marco de los controles clínicos programados se le ha detectado al Santo Padre una bronquitis de base infecciosa que ha requerido la administración de antibioterapia en infusión que ha producido los efectos esperados con una notable mejoría de su estado de salud", ha señalado Bruni en el último parte médico sobre el cuadro clínico del Pontífice.

Igualmente, ha asegurado que "según la evolución prevista, el Santo Padre podría ser dado de alta en los próximos días", si bien no ha especificado si podrá celebrar las citas litúrgicas de Semana Santa. Además, ha revelado que Francisco ha dedicado la tarde a descansar, rezar y a ocuparse de algunos asuntos laborales.

Francisco permanece ingresado en la décima planta del hospital Policlínico Gemelli de Roma desde el miércoles por la tarde, donde le han suministrado tratamiento antibiótico para paliar la infección respiratoria. Allí estuvo en junio de 2021 cuando fue operado de una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante.

Fuentes del hospital han especificado que, en todo momento, se está comprobando la saturación de oxígeno en sangre del Papa. Todas las citas programadas para este jueves y viernes han sido canceladas.

Según los medios, Francisco fue sometido a una TAC en el tórax y a otras pruebas médicas, que han descartado la pulmonía, y su estado de salud no preocupa tras los resultados.

Estos problemas de salud se producen a solo tres días del Domingo de Ramos, que da inicio a los ritos de la Semana Santa, y todavía no está claro si el Papa podrá oficiarlos y cómo.

Celebraciones de Semana Santa

A pesar de que el cuadro diagnóstico del Papa ha mejorado de forma notable en las últimas horas, algunos medios de información italianos dan por sentado que no celebrará la misa de este Domingo de Ramos. De hecho, han apuntado a que será el cardenal el prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales, el cardenal argentino Leonardo Sandri, quien debería presidir la celebración el próximo domingo en su lugar, salvo cambios en la carrera.

Tampoco se puede excluir que el Papa rece el Ángelus de este domingo desde el hospital Gemelli en caso de que no le hayan dado el alta para entonces.

La oficina de comunicación del Vaticano todavía no ha confirmado estas informaciones, pero los medios italianos también apuntan a que la misa matutina del Domingo de Pascua, la celebrería en su nombre el Prefecto emérito de la Congregación para los Obispos y Decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, el próximo domingo 9 de abril.

Sorpresa en Italia

Su hospitalización causó sorpresa ya que el Vaticano comunicó inicialmente que el Pontífice había sido ingresado "para controles programados anteriormente", sin mencionar ningún motivo, pero Francisco tenía previsto esa misma tarde una entrevista para un programa de la televisión pública RAI que tuvo que ser anulada.

Habrá que ver cómo evoluciona su estado en el hospital, donde está acompañado por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, según los medios, para saber si podrá participar en los numerosos actos de Semana Santa en los que está prevista su presencia.

Es la segunda vez que Francisco es ingresado en el este hospital romano, después de que el 4 de julio de 2021 fuera operado del colon, y permaneció ingresado diez días en los que llegó a oficiar el Ángelus desde el balcón del centro sanitario.

Desde entonces, el papa sólo ha sufrido un problema en la rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasión que no se quiere operar.