Gestión del agua

Las claves del decreto antisequía en Catalunya

El Govern ha conseguido sacar adelante el decreto ley tras la abstención del PSC y Junts

El pantano de Sau, con gran parte del pueblo al descubierto, por la sequía

El pantano de Sau, con gran parte del pueblo al descubierto, por la sequía / FERRAN NADEU

Guillem Costa

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El nuevo decreto ley antisequía aprobado hoy por el Parlament (tras la abstención del PSC, Junts per Catalunya, Comunes y CUP) tiene tres objetivos principales: proteger el abastecimiento, agilizar los trámites para hacer las actuaciones necesarios, penalizar los incumplimientos. El texto incluye medidas y también la posibilidad de aplicar decisiones excepcionales, aparte de las sanciones para quien no cumpla. Se ha sacado adelante como proyecto de ley para que los partidos de la oposición puedan proponer cambios o modificaciones.

La idea es buscar soluciones urgentes a la situación de sequía extrema que persiste en Catalunya. Los embalses de las cuencas internas (las que gestiona la Generalitat) están al 27% de su capacidad y durante los últimos meses ha llovido muy poco. Por esto el Govern pretende aprovechar al máximo los recursos disponibles. Estos son algunos de los puntos más destacados del decreto:

Recuperación de pozos

En los municipios donde haya situación de excepcionalidad o emergencia, los titulares del servicio de abastecimiento de agua podrán recuperar pozos en desuso u otras captaciones que no se utilicen. Estos recursos, si están en buen estado, servirán para abastecer a la población si la Agència Catalan de l'Aigua (ACA) así lo decide.

Agua subterránea

No se permiten actuaciones que agoten el nivel del agua freática mientras haya sequía. Es decir, que no se podrá utilizar agua subterránea porque hay que conservar una mínima cantidad. Solo se podrá hacer si la ACA lo autoriza excepcionalmente en caso de que haya riesgo por ejemplo de inundación.

Límite mensual

Se prevé un consumo mensual que va cambiando en función del nivel de alerta de cada municipio. Para saber exactamente hasta qué nivel se reduce el consumo mensual, hay que analizar el consumo de los últimos tres años y hacer una media. Actualmente hay una limitación del agua que puede usar cada habitante al día: pasa de los 250 litros al día a los 230. Esta medida no tendrá consecuencias para la población porque el consumo medio es de 117 litros. Pero los ayuntamientos tienen que asegurarse de que se cumpla con la media cuando consuman agua.

Ter-Llobregat

Sobre las conexiones en la red de abastecimiento Ter-Llobregat, que da servicio a más de 5 millones de personas, hay algunos cambios en el pago de la cuota que pagan los municipios. Las ciudades o pueblos que se conecten a esta red de abastecimiento podrán hacer los pagos repartidos en 15 mensualidades.

Sin indemnización

Las medidas que prevé este decreto ley no dan derecho a ningún tipo de indemnización. Es decir, que los colectivos (agricultura, industria...) que vean limitado el uso del agua no podrán recibir compensación alguna.

Sanciones

Si se incumplen las normas de aprovechamiento de los recursos hídricos, los responsables tendrán la obligación de reparar los daños causados. Si no se sigue el nuevo marco legal, las sanciones varían en función de la situación del municipio. Donde hay alerta por sequía, los castigos son más leves que en los pueblos donde hay escenario de excepcionalidad. Si se incumple en un pueblo o ciudad en estado de emergencia, las sanciones serán todavía más duras. En todos los casos van en función del daño que se haya causado.