Lucha contra el covid

Crece la presión sobre Sanidad para que elimine las mascarillas en el transporte

El sector del transporte, algunas comunidades, Fernando Simón y cada vez más expertos abogan por la retirada

Darias, de momento, no cede y la flexibilización no figura en el orden del día de las reuniones de esta semana

Pasajeros con y sin mascarilla en el interior de un vagón de metro en Barcelona

Pasajeros con y sin mascarilla en el interior de un vagón de metro en Barcelona / FERRAN NADEU

Patricia Martín

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"Actualmente, España es de los pocos países de la UE que no han retirado la mascarilla obligatoria del transporte público. Países como Francia, Países Bajos o Irlanda forman parte de la más de una veintena de Estados de la UE que tomaron la decisión de retirar las mascarillas antes de verano". Con este argumento, el sector del transporte se sumó el martes al coro de voces que, desde hace días, vienen reclamando al Ministerio de Sanidad que elimine la obligatoriedad de llevar el tapabocas en el metro, autobús o el tren.

La petición se sustenta en que los datos de incidencia y de presión hospitalaria no experimentaban niveles tan bajos desde hace meses y en la incongruencia que implica llevar mascarilla en el transporte, incluso en los autobuses, que en muchas ocasiones llevan las ventanas abiertas, y que no sea obligatoria en conciertos o eventos multitudinarios cerrados. En el avión, por ejemplo, es obligatoria salvo que se beba o coma. Y en los aeropuertos esta semana se han relajado los controles y ya no se exigirá para poder viajar presentar el formulario con información del estado de vacunación o la prueba diagnóstica negativa.

La flexibilización se basa en que el coronavirus pierde fuerza, no solo en España, sino a nivel mundial. El presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhnaom Ghebreyesus, ha asegurado recientemente que "el mundo nunca ha estado tan cerca del fin de la pandemia" y Joe Biden ha sorprendido a muchos al señalar que la "pandemia ha terminado" en EEUU.

Sube la presión

En este contexto, cada vez hay más presión sobre el Ministerio de Sanidad para que elimine la mascarilla en los transportes. A principios de septiembre, incluso Fernando Simón admitió que "desde el punto de vista teórico", no es muy lógico usar mascarillas en el transporte "ya que hay muchos otros sitios donde la gente se expone a reuniones masivas".

Ciudadanos registró una proposición no de ley para exigir su retirada y comunidades, como la de Madrid, han señalado que, aunque no figure en el orden del día, pedirán este miércoles a la ministra, Carolina Darias, en el Consejo Interterritorial que no espere más tiempo y flexibilice la normativa.

Catalunya, por su parte, ha reclamado que sea una recomendación, dado que es una "obligación que no se puede cumplir y hay bastante gente que no lleva mascarilla" en el transporte, en palabras de la portavoz del Govern, Patrícia Patja.

Los expertos

A la par, cada vez más epidemiólogos reclaman su retirada. "Si hay un momento es ahora. Si esperamos, es muy probable que la incidencia vuelva a aumentar, y será entonces más difícil justificar su retirada. Además, ahora su uso está empeorando, no hay más que pasearse por el metro. Yo las retiraría pero advirtiendo que puede volver", señala a EL PERIÓDICO el especialista en epidemiología Quique Bassat.

"La perspectiva es que la incidencia se mantenga estable o a la baja, por lo que parece totalmente razonable que se retire la obligatoriedad pero sería conveniente mantener la recomendación de uso para personas vulnerables y concienciar a la población de la posibilidad de retorno", añade Benito Almirante, jefe de infecciosas del Vall d'Hebron.

Sin embargo, no todos los expertos ven prudente la relajación. Por ejemplo, el profesor de salud pública José Martínez Olmos señala que él es partidario de que continúe la obligación porque "todavía hay una circulación alta de coronavirus" y España "entra en una época de incidencia de gripe, donde la mascarilla también va a ser muy útil".

A su vez, el epidemiólogo Joan Caylà sostiene que al pandemia ha demostrado que es "irreductible" y posiblemente en otoño "toque otra onda", por lo que "no hay que precipitarse" y eliminar una medida de protección que no supone "un gran sacrificio". Caylà recuerda que la incidencia (129 casos por 100.000 habitantes mayores de 60 años) aún es más alta que en otoño de 2021.

El ministerio aguarda

Pese a la presión, la respuesta de Darias, una y otra vez, es que el Gobierno no moverá ficha hasta que haya una postura unánime a favor de la retirada de la ponencia de alertas, que reúne a los expertos que asesoran a Sanidad. "En este momento no hay ninguna propuesta [de la ponencia]. Cuando llegue, en el caso de que llegue, tomaremos como siempre la mejor de las medidas de la mano de los expertos", señaló este martes.

La retirada de la mascarilla no está en el orden del día ni del Consejo Interterritorial ni de la reunión de la Comisión de Salud Pública del jueves. Y tendría que aprobarse en Consejo de Ministros. Con lo que, aunque Sanidad hiciera caso a las voces que piden la flexibilización, aún toca esperar.

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