Salud mental
Guía sobre cómo actuar cuando un joven explica que tiene ideas suicidas
Conviene no juzgarles, no reprocharles su manera de pensar ni minimizar la situación
Patricia Martín
Periodista
Escribo en la sección de Sociedad, normalmente sobre temas sanitarios, de mujeres, violencia machista, infancia o consumo; aunque también he trabajado en otras secciones de El Periódico, como Política o Tribunales. Mi trayectoria profesional comenzó en medios locales, incluida una emisora regional de la 'Cadena Ser', y trabajé también para 'El País' y 'Cinco Días'.
La cifra es escalofriante. Unas 800.000 personas al año se suicidan en el mundo porque consideran que es la única salida para acabar con su sufrimiento. Estas cifras se han visto agravadas con la pandemia, especialmente entre los adolescentes y jóvenes, donde el suicidio es la segunda causa de muerte. Conocer cómo actuar cuando un joven planea suicidarse es clave para evitarlo, tanto en el ámbito familiar, escolar o médico. Aquí se recoge qué hacer y qué no hacer, según las principales recomendaciones de los expertos.
Escuchar sin juzgar
No es fácil que una persona explique que por su cabeza pasan ideas suicidas y mucho menos un adolescente, pero, si lo hace ante sus padres, amigos o profesores, los psicólogos aconsejan a estas personas que no le juzguen, no le reprochan su manera de pensar ni minimicen la situación. Por el contrario, hay que hablar con serenidad y abiertamente de su idea suicida, dado que está demostrado que este tipo de conversaciones permiten que aliviar la tensión y por tanto disminuyen el riesgo. Es incierto, un mito, que las personan que expresan su deseo de morir nunca lo harán y viceversa, que los suicidas nunca lo dicen.
Es importante, en esa conversación, o conversaciones, adoptar una disposición de escucha, respetar los silencios, transmitirle que nos importa, que nos preocupa lo que le sucede y hacerle entender que su sufrimiento puede cambiar. Y hay que procurar no utilizar argumento del tipo "vas a hacer mucho daño a tus padres" porque quizá es eso precisamente lo que quiere conseguir.
No dejarlos solos y tener conocimiento de los recursos
El sentimiento de soledad y de rechazo es uno de los factores de riesgo más vinculados a la ideación suicida. Por ello, ante el mínimo síntoma es importante no dejar sola a la persona y tratar de que pida ayuda a los profesionales sanitarios, a su familia, a los profesores o incluso a los amigos. Asimismo, es importante conocer y explicarle los diferentes recursos de ayuda que existentes, tanto el teléfono de prevención al suicidio 024 como los teléfonos de las asociaciones especializadas. En cualquier caso, en una situación de riesgo inminente hay que llamar a los servicios de emergencia.
Limitar el acceso a posibles medios lesivos
Hay que tener presente que las personas con ideas suicidas, suelen usar los medios letales que tienen más a mano o son más conocidos. Por ello, hay que tener cuidado en los domicilios en pisos altos, dado que la precipitación es el segundo método más frecuente para quitarse la vida. También es frecuente la ingesta de medicamentos, por eso hay que controlar sistemáticamente el acceso de ese joven o adolescentes a cualquier tipo de fármacos. Y hay que pensar que si ha fracasado un intento de suicidio previo, tratará de utilizar un método más letal en el futuro.
Solicitar ayuda profesional
Ante cualquier tipo de trastorno mental o idea suicida, se debe solicitar ayuda especializada, que puede ser psiquiátrica o psicológica. En el primer caso, se brindará una terapia farmacológica, mientras que los psicólogos realizan terapias individuales o grupales, donde se utilizan diferentes técnicas pero, en definitiva, según resume el psicólogo clínico Javier Jiménez, miembro de la Asociación de Investigación, Prevención e intervención ante el suicidio RedAipis, lo más frecuente es intentar que los jóvenes con ideas suicidas, "que normalmente tienen una visión distorsionada de la realidad, vean la realidad como es y que la verdadera carga para sus familiares o amigos comenzará cuando se suiciden". "Otra realidad que hay que hacerles ver es que aunque no siempre se pueda acabar con su dolor hay formas de atenuarlo". Y, por último, los expertos en prevención del suicidio siempre tratan "de ganar tiempo", haciéndoles ver los “contras” al desenlace fatal.
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