Enfermedad infecciosa

Viruela del mono: qué síntomas tiene y cómo se puede contagiar

Los síntomas son parecidos a la gripe e incluyen los típicos dolores musculares, fiebre, escalofríos, agotamiento, dolor de cabeza, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados…

Archivo - La viruela del mono produce lesiones cutáneas, fiebre y dolor corporal en las personas afectadas por el virus.

Archivo - La viruela del mono produce lesiones cutáneas, fiebre y dolor corporal en las personas afectadas por el virus. / CDC - Archivo

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Aunque la viruela del mono no es excesivamente contagiosa y tampoco suele ser peligrosa para quienes la contraen, las autoridades sanitarias han preferido tomar precauciones.

Es importante saber que en la mayoría de los casos no hay complicaciones.

Y también que las personas vacunadas contra la viruela normal, es decir, al menos todos los mayores de 50 años, también están protegidos.

Síntomas de la viruela del mono

Los síntomas son parecidos a la gripe e incluyen los típicos dolores musculares, fiebre, escalofríos, agotamiento, dolor de cabeza, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados. Y la típica erupción tan característica de la viruela, que en este caso suele comenzar por la cara para extenderse a otras zonas del cuerpo, sobre todo las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Lo más frecuente es que comience el sarpullido cuando empieza a subir la fiebre. La erupción de la viruela del mono comienza en forma de manchas planas y rojas, que luego se convierten en ampollas que se llenan de pus, formando pústulas. Y los picores pueden provocar una comezón tan fuerte que el propio paciente acabe arrancando las costras lo que luego dejará cicatrices.

Cómo se contagia

El virus de la viruela del mono (MPXV por las siglas en inglés de Monkey pox virus) pertenece al género Orthopoxvirus, como la Variola Virus, y es zoonótico y endémico de África occidental y central.

Y en contra de lo que se puede deducir de su nombre, los que propagan esta enfermedad son sobre todo los ratones silvestres. Y en menos medida, algunos monos y ardillas.

Incluso se cree que puede contagiarse a través de objetos contaminados como indumentaria o ropa de cama.

En cuanto al contagio entre humanos, parece que el virus ingresa al cuerpo a través de heridas de la piel, las vías respiratorias, los ojos, la nariz y la boca.

El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha participado en un estudio prospectivo observacional para determinar la causa más probable de transmisión del virus del mono en 181 pacientes de Madrid y Barcelona.

La investigación, publicada en la revista 'The Lancet' se ha basado en el análisis pormenorizado de la epidemiología clínica y las características que presentaban 181 casos confirmados, de los que 175 eran hombres -98%-, con una media de edad de 37 años. En cuanto a las lesiones, todos tenían manifestaciones en la piel, con un número de lesiones inferior a las descritas hasta el momento (entre 3 y 20).

De los 181 casos, 108 aportados por el Hospital 12 de Octubre, solo tres requirieron ingreso por complicaciones. En cuanto a la duración media del periodo de incubación, se situó en solo 7 días, un periodo breve que debe ser tenido en cuenta para valorar el momento de vacunación de los grupos de alto riesgo, ya que podría ser más eficaz la inmunización previa que la posterior a la exposición, según subrayan los investigadores.

La investigación recoge la evidencia del contacto piel con piel durante las relaciones sexuales como principal vía de transmisión de la viruela del mono. Las conclusiones de este estudio aportan información necesaria para alcanzar diagnósticos certeros, como que el patrón de transmisión ha cambiado en esta ocasión del contacto respiratorio al contacto cutáneo, junto a la aparición de manifestaciones no habituales como la proctitis y la ulceración de las amígdalas.

Asimismo, la investigación señala que las cargas virales eran sorprendentemente más altas en muestras de lesiones cutáneas que en las obtenidas de la faringe, lo que debe estudiarse más y, en virtud de las conclusiones, optar o no por el aislamiento domiciliario de los afectados por motivos respiratorios.

Viruela del mono: ¿es grave?

Lo primero en lo que debemos insistir es en que la viruela de los monos no suele afectar a las personas mayores de 50 años, gracias a que la práctica totalidad de las personas mayores de esa edad están vacunados de la viruela.

El mundo dejó de vacunar a la población general contra el Variola virus en 1972, y el último caso mundial conocido se detectó en África en 1977. Luego, en 1979, la OMS dio por oficialmente erradicada la enfermedad.

La historia de un virus descubierto en 1958

Según datos publicados por la agencia gubernamental británica, Public Health England, la viruela del mono se descubrió por primera vez en 1958 cuando se encontraron brotes de una "enfermedad similar a la viruela" en monos en cautiverio para investigación.

El primer caso en humanos se registró en 1970 en la República Democrática del Congo, donde se han producido históricamente la gran mayoría de los casos, junto a Nigeria.

El virus saltó a la fama en el año 2013, cuando un incremento de casos provocó un brote de nada menos que 104 posibles casos, 60 de ellos declarados sospechosos, de los cuales la mitad (48,1%) fueron confirmados con pruebas de laboratorio.

Y poco después, en 2016, volvió a saltar la alarma en el Congo (RDC).

Un motivo de especial atención

Desde entonces la mayoría de los casos han seguido reportándose en la República Democrática del Congo y Nigeria, pero ha habido casos en el mundo más desarrollado.

Incluso antes, en 2003, se registraron casos en humanos y perros de las praderas, que se tienen como mascotas en los EEUU, después de que se importaran roedores de África. Y también ha habido casos confirmados en Israel y Singapur.