Colectivos vulnerables

Cáritas alerta de que la pobreza sigue al alza en Barcelona

Desde Mataró hasta Cornellà, las personas atendidas por la entidad eclesial han subido un 8% en lo que va de año

La Fundació Arrels encuesta a 350 personas que viven en la calle durante la noche del miércoles

EFE
Europa Press
Elisenda Colell
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Hace dos semanas que duermen en la calle, en el centro Barcelona. Una pareja que ha sido expulsada del piso donde vivían: no podían pagarlo. La noche del miércoles al jueves, han participado en el censo que organiza la Fundació Arrels y que se dedica a encuestar a las personas de la calle que aceptan formar parte de este recuento. Han llegado a contabilizar hasta 350 almas a través de 500 voluntarios. Sus historias demuestran que la espiral de la pobreza puede ser tremendamente endiablada. Lo recordaron este jueves los responsable de Cáritas en la diócesis de Barcelona, que han visto cómo este año las personas necesitadas han crecido un 8%, y las ayudas económicas ya suben un 22%, especialmente para pagar las facturas de luz.

En 2021, Cáritas atendió 27.540 personas que vivían en 12.560 de la diócesis de Barcelona, eso es la capital catalana pero también Santa Coloma de Gramenet, l'Hospitalet y otros municipios del Maresme y el Baix Llobregat. Los datos son inferiores a las cifras de 2020 y 2019, pero siguen siendo superiores a los peores años de la crisis financiera. Este año, el panorama pinta mal. La subida de la inflación, el encarecimiento del coste de la vida y la falta de ayudas públicas para mitigarlo está provocando un aumento a las colas de las iglesias para pedir ayuda, según ha alertado el director Salvador Busquets.

Fronteras invisibles

Las personas que se acercan a Cáritas son principalmente familias con hijos (el 43% del total) , especialmente grave es la situación de las madres que crían solas a sus hijos (18%), y extranjeros sin documentación de residencia ni permiso de trabajo el (el 41%). "Existen fronteras invisibles que abocan a las personas a vivir al margen de la sociedad", ha lamentado la jefa de análisis social e incidencia de la entidad, Miriam Feu. También ha lamentado las "trabas burocráticas" que provocan que el 88% de las personas atendidas no hayan podido acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Por las ayudas prestadas, la entidad ha destinado 2,2 millones de euros, dos tercios de ellos para cubrir gastos de la vivienda, que afecta al 61% de personas. Los gastos para pagar suministros han crecido un 24%. Vista esta situación, Busquets ha insistido en la necesidad de ampliar el parque de vivienda pública (actualmente del 2%) y aprobar una ley contra el sinhogarismo. Unas ayudas que hace años esperan las 350 personas que ayer ofrecieron su testimonio a la fundación Arrels. Según los últimos datos de la entidad, solo en Barcelona, más de mil personas viven en el raso. En toda Catalunya, se calcula que hay más de un millón de personas sin una vivienda digna.