Crisis energética

Los centros de FP, en alerta tras ver duplicadas las facturas de la luz

El Instituto Llobregat pasa de pagar 800 euros mensuales a pagar 2.000 y el Bonanova, de 12.400 a 20.600

El Departament d'Educació incrementará un 20% las partidas de los centros para gastos de suministros

Aula con maquinaria en el Instituto Llobregat de L'Hospitalet.

Aula con maquinaria en el Instituto Llobregat de L'Hospitalet. / RICARD CUGAT

Montse Baraza

Montse Baraza

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace apenas unos días el 'conseller' de Salut, Josep Maria Argimon, manifestaba su preocupación por el incremento de la factura de la luz de su departamento, especialmente de los hospitales. Según sus cálculos, el gasto energético será este año entre 200 y 250 millones superior a lo presupuestado. "Será dinero que no podremos dedicar a la atención", advirtió. Y puso el ejemplo del hospital de Bellvitge: una de las últimas facturas superó en medio millón de euros recibos anteriores a la crisis energética.

Esta situación también la están viviendo los centros educativos catalanes, especialmente los de Formación Profesional, que funcionan en muchos casos de 08.00 a 22.00 horas y que tienen maquinaria que debe estar en marcha muchas horas con el consiguiente consumo. En algunos casos han duplicado y casi triplicado la factura. Es el caso, por ejemplo, del Instituto Llobregat de L'Hospitalet, que ha pasado de pagar 800 euros mensuales de luz a pagar 2.000 el pasado enero. O el Instituto Bonanova de Barcelona, que, pese a aplicar un plan de ahorro que ha logrado reducir un 34% el consumo, ha visto cómo de pagar 12.400 euros en enero de 2021 a pagar 20.600 el pasado enero.

Directores preocupados

Los directores están preocupados. Están tirando de romanente, pero advierten de que los ahorros son finitos y que lo que gasten en pagar la luz será dinero que no podrán destinar a otros proyectos. "Estamos preocupados porque no sabemos cuánto durará esto ni dónde estará el límite de precios. Tendremos que reajustar partidas", apunta Silvia Muñoz, la directora del Llobregat. "Nosotros ya eliminamos fluorescentes y pasamos a led, pero no podemos reducir más el consumo. Estamos abiertos desde las 08.00 de la mañana hasta las 22.00 de la noche. Y tenemos maquinaria. El gasto es alto y permanente", añade.

El Instituto Bonanova --abierto de 08.00 a 21.15 horas-- puso en marcha al empezar este curso un plan de reducción del consumo energético. "Con un esfuerzo brutal, este mes de febrero logramos reducir un 34% el consumo y pese a eso la factura subió un 64%", explica la directora, Montse Blanes, que advierte de que ese aumento habría sido aún mayor si no hubiera habido ese esfuerzo por ahorrar. En este centro tienen un presupuesto anual para suministros de 120.000 euros. "A este ritmo nos lo vamos a pulir en tres meses. Estamos muy preocupados. No nos llegará y no sé cómo lo haremos", señala Blanes, que saca el tema en toda reunión con Educació.

En el Instituto Joan d'Àustria de Barcelona viven en la incertidumbre desde que el pasado noviembre quebrara la comercializadora con la que el Consorci d'Educació de Barcelona había pactado una serie de precios conjuntos. Desde entonces no les llegan las facturas, explica el director Martín Martín, que sabe, por directores de otros centros, que la empresa que ha tomado el relevo ha subido precios y estos centros han visto triplicado el recibo mensual. "Cuando nos lleguen las facturas, me temo que se nos triplicará el gasto como les ha pasado a otros", apunta Martín, que, además, teme que le lleguen a cortar el suministro. "Tenemos una gran preocupación. Llevamos cuatro meses así. Hay centros, los más grandes, que se han buscado la vida con otras comercializadoras aunque no a buenos precios. Nosotros estamos a la espera de lo que diga el Consorci, que de momento no ha encontrado una alternativa". Como Muñoz, Martín también señala que "hay peligro de que se desequilibre el presupuesto y tengamos que repensar las partidas".

Pendientes de nueva comercializadora

El Consorci ha convocado un concurso en trámite de urgencia para que una nueva empresa sea la comercializadora de la electricidad en los centros educativos. "Mientras no se resuelve, Endesa es quien da el servicio", explican fuentes del Consorci. La idea del organismo es ofrecer a todos los centros la posibilidad de integrarse en el nuevo contrato. A quienes opten por no hacerlo, el Consorci estudiará un aumento de la dotación económica a esos centros para que puedan hacer frente al aumento de la factura.

Consultado por EL PERIÓDICO, el Departament d'Educació ha asegurado ser "consciente" de que el encarecimiento de los precios de los suministros está afectando las previsiones presupuestarias de las escuelas, por lo que ha anunciado que compensará este aumento --que cifra en un 20%-- con ajustes en las partidas que asigna a los centros a lo largo del año. De hecho, señalan fuentes de la 'conselleria', ya se ha realizado una primera asignación suplementaria a algunos centros.

El responsable de FP del sindicato UGT, Jesús Martín, advierte de que ese incremento del 20% que plantea Educació será "totalmente insuficiente". "El 20% no cubrirá en muchos casos el gasto en luz y gas de los centros. Los precios han subido más que un 20%. Es una partida irrisoria", subraya. Desde UGT reclaman hace tiempo con urgencia planes de sostenibilidad energética para los centros educativos. "Se deberían aprovechar los fondos Next Generation para instalar placas solares y que los centros sean autosuficientes y generen energía", defiende Martín. Es lo que antes de la pandemia hicieron en el Instituto Miquel Biada de Mataró, que es de titularidad municipal. La directora, Teresa Comas, explica que la idea es suministrar la energía sobrante a edificios públicos y sociales de los alrededores.

Suscríbete para seguir leyendo