Cambio climático

Los últimos siete años, los más calurosos desde que existen registros

El servicio de cambio climático Copernicus de la UE alerta de que persiste el aumento de temperaturas a nivel mundial

En 2021 también aumentaron las concentraciones de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono, y particularmente de metano

Sequía en Orihuela (Alicante)

Sequía en Orihuela (Alicante) / Efe

Silvia Martinez

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Los últimos siete, por amplio margen, han sido los siete años más calurosos registrados en todo el mundo desde que existen registros, con un año 2021 que estuvo marcado por un verano de acontecimientos extremos en Europa, con olas de calor en el Mediterráneo e inundaciones importantes en los países del centro de Europa, según el último balance del servicio de cambio climático Copernicus (C3S) de la UE. "Sirve de recordatorio del persistente aumento de las temperaturas mundiales y la necesidad urgente de actuar", ha alertado el responsable de observación de la tierra en la Dirección General de Industria de defensa de la Comisión, Mauro Facchini, sobre el balance del último año.

Según la radiografía de Copernicus, y a diferencia de lo que aconteció en el conjunto del planeta, la temperatura en el continente europeo fue de solo un 0,1ºC más elevada que la media de los últimos 30 años. Los últimos meses del invierno y la primavera estuvieron por debajo de la media de las últimas tres décadas pero el verano fue el más cálido del que existen datos, con temperaturas cercanas a las de 2010 y 2018. El termómetro subió particularmente en los meses de junio y julio mientras que agosto se mantuvo cerca de la media. 

Este balance esconde grandes diferencia entre el norte y el sur, con lluvias torrenciales en los países de Europa Central que provocaron inundaciones graves en Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, con más de 200 muertos, y una ola de calor extremo en Grecia, España e Italia, con una temperatura récord de 48,8º en la isla italiana de Sicilia, ocho décimas por encima del récord anterior. Estas condiciones cálidas y secas derivaron a su vez en incendios forestales que arrasaron zonas importantes de estos tres países así como en Turquía, Portugal, Albania, Macedonia del norte, Argelia y Túnez.

Quinto año más cálido

En todo el mundo, 2021 fue el quinto año más cálido desde que existen registros aunque las temperaturas fueron ligeramente más elevadas que en 2015 y 2018. Concretamente, la temperatura fue 0,3ºC superior a la del periodo de referencia 1991-2020 y entre 1,1 y 1,2ºC por encima de la registrada entre 1850 y 1900, los años previos a la industrialización. Los primeros cinco meses del año experimentaron temperaturas relativamente bajas. Entre junio y octubre, sin embargo, las temperaturas mensuales estuvieron entre los cuatro registros más cálidos de los que se tiene constancia.

Entre las regiones con temperaturas por encima de la media estuvieron la franja oeste de Estados Unidos y Canadá hasta el noreste canadiense y Groenlandia así como grandes parte del centro y norte de Africa y Oriente Medio. Mientras tanto, las temperaturas inferiores a la media se registraron en el oeste y el extremo oriental de Rusia, Alaska y el centro y este del Pacífico, la mayor parte de Australia y algunas zonas de la Antártida. Al igual que en el mediterráneo, las condiciones de calor y sequedad en la región agravaron una serie de incendios forestales extremos en los meses de verano. Por ejemplo, el año pasado se registró el segundo incendio forestal más destructivo en la historia de California, bautizado con el nombre de 'Dixie Fire’, que no solo provocó una gran devastación sino que redujo la calidad del aire debido a la contaminación.

CO2 y metano

El análisis también confirma que las concentraciones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, y de metano siguieron siguieron creciendo en 2021. En el caso de las emisiones de CO2 alcanzaron 414,3 partes por millón, con el nivel de mayor concentración registrado en abril. También se dispararon las concentraciones de metano en la atmósfera, con un máximo sin precedentes aunque los expertos reconocen que es difícil identificar el responsable del fuerte aumento. 

“Las concentraciones de dióxido de carbono y metano continúan aumentando cada año y no dan señales de ralentización. Estos gases de efecto invernadero son los principales responsables del cambio climático y por eso la introducción del nuevo servicio de emisiones basadas en la observación será una herramienta crucial para valorar la eficacia de las medidas de mitigación de las emisiones. Solo podremos marcar realmente la diferencia en nuestra lucha contra la catástrofe climática con esfuerzos firmes respaldados por evidencias derivadas de la observación”, opina Vincent-Henry Peuch, director del servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus.