Sustituye a una norma de 1954

La ley de convivencia universitaria comienza su trámite parlamentario

El Congreso rechazada la enmienda a la totalidad presentada por el PP mientras que ERC retira la suya

Alumnos de la Universitat Politècnica realizan un examen presencial, el pasado enero

Alumnos de la Universitat Politècnica realizan un examen presencial, el pasado enero / Manu Mitru

Olga Pereda

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La ley de convivencia universitaria -la que penaliza las novatadas, los plagios y el acoso- comienza su andadura parlamentaria después de que el Congreso haya rechazado hoy la enmienda a la totalidad presentada por el PP. Los diputados de ERC también se oponían de plano a la norma del departamento que dirige Manuel Castells, pero llegaron a un acuerdo y retiraron su enmienda a la totalidad. El texto, pues, será ahora debatido en comisión y remitido al Senado una vez que se haya aprobado en la cámara baja. 

El ministro de Universidades defendió el texto legislativo, que sustituirá a un decreto de 1954, cuando España era una dictadura. Esa ley tan punitiva solo estaba dirigida a los alumnos y alumnas mientras que la futura también atañe a docentes, investigadores y personal administrativo. Castells ha insistido en que la ley supondrá salvaguardar el principio de igualdad, las libertades y las garantías constitucionales y las sanciones a las faltas -que podrán ser leves, graves o muy graves- será proporcionales y podrán ser sustituidas por medidas de carácter educativo, deportivo o de salud pública. “Apostaremos por la mediación en los conflictos y serán las universidades [tanto a las 50 públicas como a las 37 privadas] las que desarrollen sus propias normas de convivencia”, ha subrayado Castells. 

El ministro ha aprovechado para pedir a los diputados y diputadas de todos los partidos que pongan freno a la actual “polarización política e ideológica”, algo que “erosiona la capacidad de convivir como humanos”. “Urge romper este proceso destructivo y encontrar otras formas de debatir nuestras legítimas desavenencias”. Castells ha puesto como ejemplo la universidad, un espacio donde debe reinar "la tolerancia, el diálogo y la convivencia”.

Normas

La futura norma prevé que las personas que cometan acciones de carácter muy grave, con "menoscabo de la dignidad", violencia grave, acoso sexual o discriminación por sexo, orientación sexual, discapacidad o religión puedan ser expulsadas durante un periodo de entre dos meses a tres años de la universidad o pierdan los derechos de matrícula parcial durante un año académico. También estarán consideradas como faltas muy graves plagiar total o parcialmente una tesis doctoral o el trabajo de fin de grado o máster.

La nueva ley reformula el marco de convivencia universitaria poniendo el acento en el ejercicio de las libertades y los derechos fundamentales, y la convivencia activa y corresponsable entre todas las personas que integran la comunidad universitaria. El régimen disciplinario o sancionador únicamente entrará en juego cuando las partes rechacen acudir al procedimiento de mediación. También cuando cuando la conducta sea especialmente grave (como los casos de acoso y violencia de género, el fraude universitario o la destrucción de patrimonio) o cuando las partes no consigan llegar a un acuerdo".