Efectos de la crisis

"La solidaridad no nos salvará": Cáritas implora políticas contra la pobreza postpandémica

En 2020 la entidad atendió al doble de familias que no tenían qué comer ni dónde dormir

Vacunación de una persona sin hogar en la Fundació Arrels de Barcelona

Vacunación de una persona sin hogar en la Fundació Arrels de Barcelona / JORDI OTIX

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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"La solidaridad será siempre más que bienvenida, pero las entidades no podemos afrontar esta crisis social que viene arrastrando problemas estructurales de hace una década. Necesitamos políticas públicas contra la pobreza". Con esta rotundidad el director de Cáritas en Barcelona, Salvador Busquets, ha presentado el balance de la oenegé este 2020. Las cifras son de récord en todos los ámbitos, superando incluso los peores años de la crisis financiera. Las personas atendidas y los fondos destinados llegan a niveles históricos y el 75% de los recursos se destinaron a ayudas de comida o para pagar un techo de miles de familias necesitadas. La entidad implora políticas públicas que ayuden a salir de la pobreza a estas personas para evitar que, como ocurrió con la crisis financiera, la recuperación solo llegue a los que ya tienen los bolsillos más llenos.

Durante el 2020, Cáritas ayudó a 35.229 personas (16.249 familias) que viven en el área de Barcelona y que tras la enorme crisis pandémica se quedaron sin nada. Prácticamente la mitad de ellos no se habían visto nunca antes en esta situación. "Tenemos dos grandes perfiles, unos son las familias que no les llegaron los ERTES o lo hicieron tarde y luego los que estaban en situación precaria y que no saldrán tan fácilmente de esta exclusión", ha explicado Busquets. Mayoritariamente, los atendidos en 2020 fueron familias con niños.

El drama de vivir en una habitación

De forma totalmente récord, Cáritas logró reunir 3,7 millones de euros gracias a la solidaridad vecinal y empresarial para hacer frente a la emergencia social. Unos fondos que ya en verano no fueron suficientes. "Tuvimos que decir que no a muchas personas", ha recordado Busquets. Del total de dinero invertido, el 35% fue para sufragar alimentos y el 40% se usó para pagar habitaciones de realquier, una situación de vivienda precaria que hace años preocupa a la entidad. "Así se vivía durante la posguerra, en una habitación de 10 metros cuadrados, y hemos vuelto. Sobretodo lo vemos en hogares con niños, que no tienen sitio ni para hacer deberes ni jugar. Es vivir con el miedo de que te pueden echar en cualquier momento", ha señalado Busquets.

Los datos que maneja Cáritas muestran que, en menos de dos años, se han cuadruplicado las familias que viven en estas condiciones. En 2018 Cáritas registró 560 familias viviendo en habitaciones, pero en 2020 se elevó hasta 1.900. De hecho Cáritas atiende más familias que viven en habitaciones (39%) que en pisos de alquiler o propiedad(36%). "Es necesario una política pública de vivienda social", ha insistido la responsable de incidencia social, Miriam Feu. El 67% de las personas que acuden a Cáritas en Barcelona y alrededores no puede pagar la vivienda, una cifra también récord.

Las rentas sociales no llegan

A parte de la falta de vivienda pública, tampoco llegan las rentas sociales a los más vulnerables. Sólo el 8% de los hogares que atiende Cáritas cobran alguna renta social a pesar de encontrarse en la pobreza severa. Un dato que hace estremecer a los responsables de la entidad. Culpan de ello la brecha digital que impide a muchas poderlas demandar, pero también el enorme desconocimiento de los usuarios o los criterios excesivos que las deniegan.

Es por ello que Cáritas implora un plan de recuperación social que esté a la altura de la situación. "Igual que en la crisis financiera se salvó a los bancos, ahora hay que salvar a las personas", ha sostenido Busquets. Según los datos del banco de España que ha recabado la entidad, las personas con más ingresos ya se han recuperado de la anterior crisis social, mientras que los sectores más empobrecidos llegaron al año de la pandemia con deudas.