"El covid ha hecho que la universidad dé un salto pedagógico de 10 años"

Ciento cincuenta mil ingenieros de todas las especialidades, arquitectos, arquitectos técnicos, ópticos, matemáticos... No es un mal balance para 50 años de existencia. La Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) cumple medio siglo como institución con un contenido optimismo de cara al futuro. «La pandemia ha colocado a nuestros graduados en la agenda económica, social y política», asegura el rector Francesc Torres. 

¿Cincuenta años solo? Una tenía la impresión de que la UPC era más antigua...  

A ver, a ver... La universidad tiene escuelas centenarias como la de Arquitectura o la de Ingenieros Industriales, que son centenarias, de finales del siglo XIX, pero fue en 1971 cuando se constituyó como Universidad Politécnica de Barcelona, como agrupación esos distintos centros ya existentes. 

Francesc Torres, Rector de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en su 50 aniversario

Esa estructura dispersa, con implantación en diferentes lugares, la ha marcado como universidad. ¿Ha sido un inconveniente? 

La UPC ha hecho de la necesidad virtud. Desde un punto de vista de la economía de escala, tenemos que multiplicar esfuerzos, pero a la vez, estar tan presentes en el territorio nos ha permitido tejer una red de colaboración con el tejido empresarial local. Tenemos, por decirlo de alguna manera, una concepción federal en que cada campus marca su propio perfil. Y en este último año, con el coronavirus, la digitalización nos ha permitido ver que el paraguas común de la UPC funciona. 

¿A qué se refiere?

La pandemia ha tenido pocas cosas buenas, eso está claro, pero como institución hemos salido reforzados. Primero, porque nos supimosadaptar muy rápidamente. De una semana para la siguiente pasamos almodo semipresencial de clases incorporando tecnología audiovisual en las aulas, con nuevos materiales docentes y nuevas metodologías. Hemos dado un salto pedagógico de 10 años gracias a la reacciónque tuvo el profesorado. Pero además, la pandemia ha puesto de manifiesto que la ciencia, la tecnología y las ingenierías deben estar en primera fila para resolver los problemas del país y para hacer frente a la dura competencia asiática en este ámbito. Eso nos ha situado, como ingenieros y tecnólogos que somos, en la agenda ciudadana y social y, por tanto, también en la agenda política.

«Hemos hecho ajustes, sí, pero la situación financiera es grave. Estamos tocando fondo»

Pónganos algún ejemplo.

Hay algunas cuestiones muy de moda en las que la UPC lleva años trabajando, como el uso de la inteligencia artificial o la movilidad. Pero también hay sectores tradicionales como la industria agroalimentaria, las tecnologías de la salud o del deporte... O de la cultura.

No hace muchos años las tres grandes universidades catalanas salieron a reclamar una mejor financiación porque la situación era ya inasumible.

Y seguimos con un problema grave de infrafinanciación. Tenemos que renovar infraestructuras, porque desde el recorte del 30% de 2009, casi no se ha podido invertir ni en edificios ni en laboratorios. Y lo otro, también cada vez más preocupante, es el relevo generacional. Necesitamos fondos para captar talento joven. Llevanos años haciendo ajustes, sí, pero ahora ya estamos tocando fondo.

Las universidades están reclamando al Govern que salga de la Generalitat una ‘conselleria’ específica. ¿Por qué?

Cada vez que llega una campaña electoral se habla mucho de la formación, de la innovación y de la investigación, pero luego faltan presupuestos . Lo que reclamamos los rectores es un compromiso. Nos encontramos con que se aprueban iniciativas que están muy bien, por ejemplo la rebaja del 30% de las tasas académicas para los estudiantes, pero lo que ha ocurrido es que las universidades hemos dejado de ingresar ese dinero sin que hayamos tenido ninguna contrapartida o compensación por parte del Govern.

Piden que se les valore...

¿Quiere que le diga una cosa? Desde 1971, Catalunya ha cambiado mucho, muchísimo, y nuestros 150.000 titulados han sido partícipes de primera línea de esa transformación. Somos la universidad tecnológica de referencia de Catalunya y estamos en las primeras posiciones en los ránkings internacionales especializados... Y eso lo hacemos con un tercio de la financiación que tienen otras universidades europeas. El 96% de nuestros titulados trabajan tres años después de graduarse y un 63% de esos jóvenes tienen contrato indefinido en ese periodo.  

¿El abandono de estudios el primer año, sigue siendo tan alto?  

Los nuestros son, desde luego, estudios muy exigentes. Pero el problema no ha sido, históricamente, de capacitación de los estudiantes sino de adaptación. Hemos reducido las cifras de abandono, que habían llegado a ser del 33%, con programas de acompañamiento a los alumnos, de tal manera que por ejemplo ahora, con la pandemia, hemos visto que el abanono ha sido solo del 12%.

«Nadie se nos ha dirigido para tratar ni de cambios en el bachillerato ni de una modificación de la selectividad»

Lo digo porque en Catalunya se reclama reforma del bachillerato y eso implicaría también una reforma del actual modelo de selectividad. ¿Han hablado ya del tema?

Nadie se ha dirigido a nosotros para tratar ni sobre una posible modificación del bachillerato ni sobre un cambio en la selectividad. Hablaremos lo que haya que hablar, por supuesto, pero nos preocupa que no lleguen mínimamente capacitados. n

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